No existen testigos directos de la Resurrección de Jesús. Todo mundo está de acuerdo en esto. Tan solo se cuenta con seis referencias en el Nuevo Testamento que datan de 20-70 años después del evento; una en cada uno de los cuatro evangelios canónicos, una en el libro de Hechos y una mas en la carta de Pablo a los Corintios. En el siglo IV la Resurrección en el evangelio de Marcos fue considerablemente expandida por alguien que agregó once versos al capítulo 16.
Existen grandes inconsistencias en estas seis referencias. El evangelio de Marcos original dice que fue un grupo de mujeres quienes descubrieron lo que sucedió la primer mañana de la Pascua, pero se asustaron y no se lo dijeron a nadie. Mateo dice que fueron Maria Magdalena y la “otra María” quienes fueron a la tumba. Lucas dice que u grupo de mujeres fueron quienes corrieron de prisa informar a los discípulos lo que había sucedido, pero ellos creyeron que era un cuento y no les creyeron. Juan en su evangelio narra que fue María Magdalena sola y que se lo informó a Pedro y al discípulo que Jesús amaba.
Las referencias de la Resurrección también son inconsistentes en lo que los “testigos” vieron. Juan dice que María Magdalena vió dos ángeles y después a Jesús, quien le pidió que no lo tocara porque aún no había ascendido al Padre. Mateo dice que la dos Marías vieron un hombre joven y después a Jesús. Lucas dice que el grupo de mujeres, tres de las cuales nombra, vieron un hombre vestido de blanco resplandeciente, pero no a Jesús. Todos los evangelios describen que Él apareció a sus discípulos después. Pero Lucas y Juan dicen que la aparición ocurre en Jerusalén, mientras que Mateo y Marcos dicen que tuvo lugar en Galilea. De cualquier forma que tomemos estas inconsistencias, sería difícil interpretar que haya sido un plan orquestado para engañar.
La referencia escrita mas antigua de la Resurrección de Jesús es la de Pablo quien la escribió 20 años después de la Pasión de Jesús. Pablo o Saulo, como originalmente se llamaba, hizo historia persiguiendo a los primeros seguidores de Jesús antes de que fuesen llamados Cristianos. Cambió su nombre a Pablo después de experimentar una conversión camino a Damasco, la cual fue seguida de lo que podría ser una contemporánea versión de rehabilitación - quince días en Jerusalén con Pedro y Santiaqgo a quien (bajo el riesgo de un escándalo), él se refería como “el hermano del Señor”. Esta visita tuvo que haberse realizado entre el año 35 y 37, pero ciertamente en la misma década que la Pasión.
Para hacer mas grande la confusión Pablo, quien fue el primero en escribir acerca de la Resurrección de Jesús, no dice nada acerca de una tumba vacía, o acerca de ángeles o de un hombre joven vestido de blanco resplandeciente. El evangelio de Tomás, escrito por el hermano gemelo de Jesús, está siendo reconocido como un documento de mucha cercanía a la fecha de la Pasión. Es interesante notar que Tomás no solo no menciona los milagros de Jesús durante su ministerio, o la aparición de una tumba vacía, sino que omite por completo mencionar el hecho. Dado que Tomás escribió en sus 114 párrafos solo la información que para él era de central importancia acerca de Jesús, se cuenta con suficiente información para pensar y reflexionar.
Sin embargo, dejando aun lado las referencias, existe una extraordinaria transformación en los Apóstoles, de un grupo aterrado y desilusionado a poderosos predicadores y hacedores de milagros, en un período muy corto de tiempo. Esto hace concluir que algo extraordinario sucedió y que por lo menos Jesús estaba vivo después de su Pasión.
Algunas formas de interpretar o simplemente de tratar de entender lo que realmente sucedió han ido generándose con el paso del tiempo; he aquí un sumario de ellas:
1.) Los discípulos robaron el cuerpo de la tumba.
2.) Alguien desconocido robó el cuerpo de la tumba sin conocimiento de los discípulos.
3.) Los discípulos alucinaban cuando pensaron haber visto a Jesús.
4.) Jesús logró sobrevivir la crucifixión y fue resucitado en la tumba, después de ello viajó al Este.
5.) Jesús realmente resucitó.
6.) Jesús fue sentenciado a muerte por crucifixión, pero fue sustituido por Simon de Cierne en el camino al Calvario, de modo que fue severamente torturado, pero nunca crucificado.
Con respecto a la última sugerencia, para quienes creen que la razón por la que Jesús sufrió y murió fué para apaciguar la venganza de Dios contra los seres humanos, estas no pueden ser buenas noticias. Mas sin embargo, para quienes creen que Jesús vino a algo mucho mas poderoso y sublime para el mismo y para nosotros, entonces esta sugerencia abre una amplia gama de posibilidades fascinantes.
Miceal Ledwith, LPh, LD, DD, LLD
(Traducido por Rod SG)
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