Más de la mitad de la población del mundo celebró o celebrará fiestas importantes en Diciembre y Enero relativas a sus creencias, sus devociones y/o su fé.
31 de diciembre de 2007
Christmas
El año gregoriano en curso termina y las costumbres de la humanidad invitan a reflexionar en las experiencias aquilatadas durante los últimos doce meses, así como las intenciones para los próximos 365 días. Miles de celebraciones tomarán forma empezando en la isla Kiritimati (República de Kiribati) en el Océano Pacífico, llegando a México 18 horas después.
Más de la mitad de la población del mundo celebró o celebrará fiestas importantes en Diciembre y Enero relativas a sus creencias, sus devociones y/o su fé.
Más de la mitad de la población del mundo celebró o celebrará fiestas importantes en Diciembre y Enero relativas a sus creencias, sus devociones y/o su fé.
Más de un tercio de la población del mundo celebró el nacimiento de Yeshua ben Joseph hace seis días (Diciembre 25), o lo celebrará dentro de otros seis (Enero 6). Dos mil millones de personas vivirán el renacer del Cristo en su corazón. El Cristo de las masas (Christmas) será celebrado.
El Cristo que cada ser viviente lleva dentro, a lo largo y ancho del Universo, se expresará regocijante de su divinidad; no solo en estos días, sino por toda la eternidad. Las intenciones de cada individuo volverán presente el futuro y la divinidad de cada ser desbordará su capacidad de creación.
Difíciles días vendrán en 2008 y aquellos que estén preparados, manifestarán dicha y abundancia, creando cada día con amor, emoción, gozo y resplandor.
Desde el Señor Dios de mi Ser, bendiciones para ti y quienes te rodean..!
Rod SG
20 de diciembre de 2007
Infinito de Posibilidades
Consciente o inconscientemente el ser humano crea la realidad que experimenta en todo momento. Lo comprenda o no lo comprenda, es el Observador interno de cada individuo el creador de la totalidad de Sentimientos, Sensaciones, Intuiciones y Pensamientos que experimenta; siendo el entendimiento de esta naturaleza lo que le permite ampliar el nivel individual de Conciencia, extendiendo el conocimiento y logrando hacer conocido lo desconocido.
La realidad que percibimos es creada a partir de la selección de una experiencia entre un infinito de posibilidades. Cuando cotidianamente seleccionamos la misma opción, nuestras posibilidades disminuyen y quedan delimitadas por las mismas experiencias previamente percibidas, manteniendo un equilibrio emocional que no necesariamente es óptimo ni revelador de una verdad absoluta.
Basta dejar de contemplar nuestra selección de experiencias repetitivas y regresar al infinito de posibilidades, para encontrar verdades contenidas en contextos inimaginables. Posibilidades sorprendentes que amplían nuestra Conciencia y nos permiten convertirnos en creadores extraordinarios. Basta dejar de observar una sola línea y ampliar el campo de visión para poder observar el código de barras completo.
Se dice que un cocinero mejora su talento cuando decide deshacerse de todo lo que existe en su cocina (utensilios e ingredientes) y renueva todo.
Lo mismo pasa con la Conciencia: para poder extenderla es necesario aclarar la mente y deshacernos de todas nuestras realidades, experiencias y creencias. Es entonces cuando estamos listos para aquilatar nuevos conocimientos e iniciar el camino hacia el descubrimiento. En ese momento, cuando nuestro pensamiento se encuentra en una frecuencia específica para recibir, inesperadamente llega el maestro y nos guía.
Yeshua ben Joseph explicó a Nicodemo, miembro del sanedrín y doctor de la ley judía en la Palestina del primer siglo, que aún con todos sus conocimientos de la ley de Dios, le era necesario volver a nacer para entender su mensaje del reino de Dios; mismo que predicaba estar aqui y ahora, y no después de la muerte. Nicodemo debía deshacerse de todos sus conocimientos, para poder aquilatar la enseñanza nueva de Jesús.
Rod SG
La realidad que percibimos es creada a partir de la selección de una experiencia entre un infinito de posibilidades. Cuando cotidianamente seleccionamos la misma opción, nuestras posibilidades disminuyen y quedan delimitadas por las mismas experiencias previamente percibidas, manteniendo un equilibrio emocional que no necesariamente es óptimo ni revelador de una verdad absoluta.
Basta dejar de contemplar nuestra selección de experiencias repetitivas y regresar al infinito de posibilidades, para encontrar verdades contenidas en contextos inimaginables. Posibilidades sorprendentes que amplían nuestra Conciencia y nos permiten convertirnos en creadores extraordinarios. Basta dejar de observar una sola línea y ampliar el campo de visión para poder observar el código de barras completo.
Se dice que un cocinero mejora su talento cuando decide deshacerse de todo lo que existe en su cocina (utensilios e ingredientes) y renueva todo.
Lo mismo pasa con la Conciencia: para poder extenderla es necesario aclarar la mente y deshacernos de todas nuestras realidades, experiencias y creencias. Es entonces cuando estamos listos para aquilatar nuevos conocimientos e iniciar el camino hacia el descubrimiento. En ese momento, cuando nuestro pensamiento se encuentra en una frecuencia específica para recibir, inesperadamente llega el maestro y nos guía.
Yeshua ben Joseph explicó a Nicodemo, miembro del sanedrín y doctor de la ley judía en la Palestina del primer siglo, que aún con todos sus conocimientos de la ley de Dios, le era necesario volver a nacer para entender su mensaje del reino de Dios; mismo que predicaba estar aqui y ahora, y no después de la muerte. Nicodemo debía deshacerse de todos sus conocimientos, para poder aquilatar la enseñanza nueva de Jesús.
Rod SG
19 de diciembre de 2007
Cuidado con lo que Pides.
Pide y se te concederá. La mayoría de las religiones tradicionales sugieren pedirle a Dios por aquellas cosas que necesitamos o queremos. Pero ninguna ofrece una guia rápida de “como” pedir, ni advierten las consecuencias de hacerlo en forma equivocada.
Historia real narrada por un teólogo irlandés.
La madre de una mujer de origen Irlandés falleció de cáncer de mama cuando su hija tenía tan solo ocho años de edad. Su hija creció, se casó y formó una bella familia. Cuando sus dos hijos tenían 8 y 6 años de edad, ella también experimentó el mismo padecimiento que su madre. En su lecho de muerte, durante una charla con su asesor espiritual, preguntó: - Qué es lo que he hecho mal? Siempre he sido devota y he criado a mis hijos con estricto apego a las tradiciones de mi religión. Desde pequeña he pedido a Dios nunca enfermar de lo que enfermó mi madre. Todos los días, desde mis ocho años, he pedido a Dios no sufrir lo que mi madre sufrió, y heme aquí. A punto de morir a causa del cáncer que le dio muerte a mi madre...- Falleció a los pocos días.
Su asesor espiritual se cuestionaba: - Cómo explicarle a esta mujer en su grave estado, que su situación era el resultado de su misma petición? Cómo hacerle ver que ella provocó su tragedia? Cómo decirle que su plegaria mantenía su pensamiento enfocado en la enfermedad y que por ende, ésta llegó a robarle la vida? De qué forma se le podría exponer que la mente crea nuestra realidad? - Era muy tarde para explicárselo. Su asesor espiritual simplemente le dijo que Dios tiene formas inexplicables de expresar su voluntad.
Si esa mujer hubiese mantenido sus plegarias enfocadas en su salud, en lugar enfocarse en una enfermedad específica, habría compartido mas años de vida con su esposo y sus hijos.
Yeshua ben Joseph enseñó: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán. Mc 11:24
Esta enseñanza que Jesús hizo pública, la hizo en palabras que el pueblo de su época podía ser capaz de entender. Sin embargo, tiene como fundamento que el pensamiento es capaz de afectar el campo cuántico donde la materia es creada; y que cada individuo posee la capacidad de crear su propia realidad.
La hoy conocida ley de la atracción promovida en el filme “El Secreto” explica lo arriba descrito de forma sencilla. Sin embargo, la explicación detallada de ésta, requiere de un entendimiento de las capacidades de la mente. Requiere entender que un pensamiento es un flujo de electrones (materia) entre las redes neuronales que crean la realidad que experimentamos, así como un entendimiento profundo de lo que es la Conciencia y de como ésta se encuentra entrelazada a la conciencia del resto de las entidades del universo y a la Mente Creativa Ilimitada de Dios.
No pidas a Dios lo que no quieres, pide el resultado de lo que deseas.
Rod SG
3 de diciembre de 2007
Orbs
Febrero de 2005 marca el inicio de la documentación seria y profesional de un fenómeno que devela el mundo espiritual que existe en nuestro alrededor, el cual no percibimos a simple vista, por no estar conscientes para ello.
Desde 1994, cuando las cámaras digitales llegaron a ser un producto para el comercio doméstico, fotógrafos de todo el mundo comenzaron a ser testigos de un fenómeno extraño. Anomalías ópticas en formas circulares comenzaron a reportarse por todo el mundo en fotografías, captadas en condiciones de diferentes tipos que impedían encontrar un patrón de incidencia. Marcas en forma de esferas de luz estáticas o en movimiento dejando una estela, que no fueron observadas a simple vista durante el momento en que la fotografía fue tomada.
La explicación que muchos comenzaron a dar a este fenómeno apuntaba hacia fantasmas y espíritus, mientras que muchos otros se empeñaban en demostrar que las figuras esféricas eran producto de la refracción de luz emitida por el flash de la cámara, al chocar con partículas de polvo o de humedad que flotaban en el aire y que no eran percibidas a simple vista. El fenómeno que para muchos hoy en día es prueba de que fantasmas o espíritus existen a nuestro alrededor, siempre ha sido desacreditado por escépticos que nada puede convencerlos de que la realidad no se limita a las cosas que se pueden tocar.
Desde la antigüedad hasta nuestros días, algunas personas con capacidades “extraordinarias”, han podido ver esferas de luz a su alrededor. Estas esferas de luz con capacidad de moverse por los aires fueron interpretadas por quienes podían verlas hace cientos de años como cabezas de ángeles con alas, dándoles posteriormente el nombre de Querubines, los cuales han sido plasmados en infinidad de pinturas y esculturas relacionadas con temas religiosos desde hace cientos de años.
Los estudios realizados durante 6 años por el Dr. Ledwith (Teòlogo) y el Dr. Heinemann (Físico Experimental), respaldados por mas de 100 mil fotografías, muestran claras y sensibles diferencias entre un Orb y una refracción de luz producida por una partícula flotante. Además, demuestran dos aspectos interesantes y muy peculiares: 1) La mera intención de captar imágenes de Orbs, aumenta las posibilidades de captarlos, y 2) Entre mas fotografías se tomen con dicha intención, la cantidad de esferas de luz en cada disparo aumenta.
Si se desea aprender mas sobre este tema y de paso observar fotografías extraordinarias, se recomiendan los siguientes títulos:
Beyond Photography. (2005).
Autor: Katie Hall
Spirit Orb Phenomena: Fact or Fiction? (2006).
Autor: Anthony Kevan Sercombe.
Desde 1994, cuando las cámaras digitales llegaron a ser un producto para el comercio doméstico, fotógrafos de todo el mundo comenzaron a ser testigos de un fenómeno extraño. Anomalías ópticas en formas circulares comenzaron a reportarse por todo el mundo en fotografías, captadas en condiciones de diferentes tipos que impedían encontrar un patrón de incidencia. Marcas en forma de esferas de luz estáticas o en movimiento dejando una estela, que no fueron observadas a simple vista durante el momento en que la fotografía fue tomada.
La explicación que muchos comenzaron a dar a este fenómeno apuntaba hacia fantasmas y espíritus, mientras que muchos otros se empeñaban en demostrar que las figuras esféricas eran producto de la refracción de luz emitida por el flash de la cámara, al chocar con partículas de polvo o de humedad que flotaban en el aire y que no eran percibidas a simple vista. El fenómeno que para muchos hoy en día es prueba de que fantasmas o espíritus existen a nuestro alrededor, siempre ha sido desacreditado por escépticos que nada puede convencerlos de que la realidad no se limita a las cosas que se pueden tocar.
Desde la antigüedad hasta nuestros días, algunas personas con capacidades “extraordinarias”, han podido ver esferas de luz a su alrededor. Estas esferas de luz con capacidad de moverse por los aires fueron interpretadas por quienes podían verlas hace cientos de años como cabezas de ángeles con alas, dándoles posteriormente el nombre de Querubines, los cuales han sido plasmados en infinidad de pinturas y esculturas relacionadas con temas religiosos desde hace cientos de años.
Los estudios realizados durante 6 años por el Dr. Ledwith (Teòlogo) y el Dr. Heinemann (Físico Experimental), respaldados por mas de 100 mil fotografías, muestran claras y sensibles diferencias entre un Orb y una refracción de luz producida por una partícula flotante. Además, demuestran dos aspectos interesantes y muy peculiares: 1) La mera intención de captar imágenes de Orbs, aumenta las posibilidades de captarlos, y 2) Entre mas fotografías se tomen con dicha intención, la cantidad de esferas de luz en cada disparo aumenta.
Por el simple hecho de comprobarse que se encuentran en el mismo plano físico que conocemos, por lo menos momentáneamente mientras son captados por la cámara, se puede deducir que son Materia y además poseen Energía (como cualquier cosa que existe en nuestro plano físico).
No puden ser vistos a simple vista, porque su frecuencia de vibración es alta, y pueden ser captados con la cámara por la siguiente explicación: Los fotones de luz emitidas por el flash de cualquier cámara, chocan con las partículas de energía contenidas en el Orb, produciéndose un fenómeno llamado Ionización, el cual produce un efecto fosforescente de su energía haciéndolo brillar durante una pequeña fracción de segundo; suficiente para ser captado por el sensor de luz de las cámaras digitales.
El experimento mas interesante realizado por el Dr. Ledwith, es el de comunicarse con ellos. Se dio cuenta y demostró mediante la toma de un gran cantidad de fotografías, que si se les habla haciendo preguntas o frases simples como: hay alguien aquí?, desean acompañarme? ó aparezcan si este es el lugar indicado para “cierto evento”, los Orbs responden con apariciones extraordinarias apareciendo en mayores cantidades, haciendo túneles y/o homologándose en plasmas parecidos a pequeñas nubes.
Los Orbs son entidades inteligentes no encarnadas en el plano físico en el que experimentamos nuestra realidad. Los Orbs, al igual que los seres humanos, son vida inteligente, son Conciencia y Energía.
Rod SG
Los Orbs son entidades inteligentes no encarnadas en el plano físico en el que experimentamos nuestra realidad. Los Orbs, al igual que los seres humanos, son vida inteligente, son Conciencia y Energía.
Rod SG
Si se desea aprender mas sobre este tema y de paso observar fotografías extraordinarias, se recomiendan los siguientes títulos:
Beyond Photography. (2005).
Autor: Katie Hall
Spirit Orb Phenomena: Fact or Fiction? (2006).
Autor: Anthony Kevan Sercombe.
The Project Orb (2007).
Autor: Miceal Ledwith & Klaus Heinemann
Autor: Miceal Ledwith & Klaus Heinemann
Algunas Fotos de ORBS.
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Un Orb en Fiesta de Bienvenida. Mty, MX
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Orbs bajo las Aguas de Can Cun, MX.
(cortesía del Master Ernesto Marcos)
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(cortesía del Master Ernesto Marcos)
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Orb en vereda del Cerro de la Silla, Mty. MX
(cortesía del Master Luis García)
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(cortesía del Master Luis García)
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Orbs superpuestos en Cine, Mty. MX
(al parecer tambien disfrutan del séptimo arte)
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Una Mente sin Prejuicios. Yelm, WA. USA
(siempre se ha dicho que los bebés pueden ver ángeles)
(mas Orbs próximanente...)
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14 de noviembre de 2007
Discriminación de la Mujer: FGM.
Creciendo como nómada en la Somalia tribal, Waris Dirie no tenía visión de volverse vocera mundial para niñas pequeñas. Ella sólo quería alejarse del anciano con el que sus padres la estaban forzando a casarse. Entonces, a los 13 años ella se escapó por el desierto resistiéndose en su camino a un violador. Después de quedarse dormida en un árbol, ella despertó viendo la cara de un león. “Cuando me di cuenta que el león no me iba a matar”, ella dijo, “supe que Dios tenía otra cosa planeada para mí, alguna razón por la cual mantenerme viva. "¿Qué es?" me pregunté al levantarme. 'Dirígeme'".
A pesar de que sus luchas no terminaron ahí, su vida posterior en efecto pareció estar orientada por lo divino. A pesar de una falta completa del dominio del inglés, ella se mudó a Inglaterra donde encontró trabajo como mucama y, brevemente, como trabajadora en una construcción, antes de ser descubierta en McDonalds por el fotógrafo de modas Terence Donovan. Ahí comenzó su carrera de modelaje y pronto encabezaba las portadas de las revistas Vogue, Glamour y Elle.
En 1996, Dirie tomó una decisión: usaría su fama internacional para llamar la atención a un problema con el que ella estaba familiarizada. En una entrevista con la reportera Laura Ziv de Marie Claire, Dirie reveló un secreto: como millones de otras niñas africanas, ella había sido sujeta al brutal ritual de mutilación genital femenina (FGM, por sus siglas en inglés), algunas veces conocida eufemísticamente como circuncisión femenina. A diferencia de esos millones, ella estaba terminando el silencio alrededor de esta práctica, ejercida por tradición, cultura y religión.
Cuando Dirie sólo tenía cinco años, una anciana de su tribu usó una navaja para rasurar rota para cortar sus genitales, luego la coció usando una espina de un árbol de acacia. La dejaron con un hueco del tamaño de un cerillo a través del cual orinaría y, eventualmente, menstruaría. Como resultado, le dio una infección y vivió en dolor constante durante varios años. De todas formas, ella tuvo más suerte que otras niñas; tanto su hermana como su prima fallecieron por este procedimiento. Cuando finalmente vio a un doctor, éste se sorprendió de que hubiera vivido tanto tiempo.
Mientas que la FGM no es un ritual religioso específicamente, se practica principalmente por los seguidores del Islam en países africanos donde se usa como una forma de “iniciación femenina”. A pesar de que es una práctica previa al Islam y que no se menciona en ninguna parte del Corán, los clérigos fundamentalistas usaron textos complementarios para justificarlo según fue necesario Como dice Dirie, “No es culpa del Corán si la FGM se practica en su mayoría en países musulmanes. Pero la religión tiene la responsabilidad”.
Un promedio de 135 millones de niñas y mujeres han pasado por este procedimiento, con 2 millones adicionales en riesgo cada año. Además de la muerte, las complicaciones del procedimiento incluyen infecciones serias, VIH, abscesos, tumores benignos pequeños, hemorragias, shock y quistes en el clítoris. Los efectos a largo plazo también pueden incluir piedras en el riñón, esterilidad, disfunción sexual, depresión, varias infecciones del tracto urinario, varios problemas ginecológicos y obstétricos.
El impacto de la revelación de Dirie fue inmenso. La revista recibió miles de cartas y, al año siguiente, ella fue nombrada Embajadora Especial de las Naciones Unidas para Eliminar la Mutilación Genital Femenina. Ella fue la voz de millones de niñas, atrapadas en culturas que continúan con esta práctica inhumana. Recientemente, ella ha estado trabajando en crear consciencia en Europa, a donde desafortunadamente se ha exportado dicha práctica. Dirie calcula que 500,000 niñas están en riesgo en la Unión Europea. A principios de este año, el presidente francés Nicolas Sarkozy la presentó con la Legión de Honor por su trabajo hacia terminar la FGM en Francia. La Fundación Waris Dirie ha sido fundamental para crear una legislación en Inglaterra y Francia que clasifica la FGM como un crimen.
Al elegir hablar, Waris Dirie ha llevado la luz sobre un problema muy oscuro y esperanza donde sólo había un sufrimiento silencioso. Su vida ejemplifica el potencial que todos tenemos para decir la verdad y crear un cambio, sin importar cual sea la circunstancia.
SuperConsciousness Magazine.
Publicación Nov 1, 2007.
A pesar de que sus luchas no terminaron ahí, su vida posterior en efecto pareció estar orientada por lo divino. A pesar de una falta completa del dominio del inglés, ella se mudó a Inglaterra donde encontró trabajo como mucama y, brevemente, como trabajadora en una construcción, antes de ser descubierta en McDonalds por el fotógrafo de modas Terence Donovan. Ahí comenzó su carrera de modelaje y pronto encabezaba las portadas de las revistas Vogue, Glamour y Elle.
En 1996, Dirie tomó una decisión: usaría su fama internacional para llamar la atención a un problema con el que ella estaba familiarizada. En una entrevista con la reportera Laura Ziv de Marie Claire, Dirie reveló un secreto: como millones de otras niñas africanas, ella había sido sujeta al brutal ritual de mutilación genital femenina (FGM, por sus siglas en inglés), algunas veces conocida eufemísticamente como circuncisión femenina. A diferencia de esos millones, ella estaba terminando el silencio alrededor de esta práctica, ejercida por tradición, cultura y religión.
Cuando Dirie sólo tenía cinco años, una anciana de su tribu usó una navaja para rasurar rota para cortar sus genitales, luego la coció usando una espina de un árbol de acacia. La dejaron con un hueco del tamaño de un cerillo a través del cual orinaría y, eventualmente, menstruaría. Como resultado, le dio una infección y vivió en dolor constante durante varios años. De todas formas, ella tuvo más suerte que otras niñas; tanto su hermana como su prima fallecieron por este procedimiento. Cuando finalmente vio a un doctor, éste se sorprendió de que hubiera vivido tanto tiempo.
Mientas que la FGM no es un ritual religioso específicamente, se practica principalmente por los seguidores del Islam en países africanos donde se usa como una forma de “iniciación femenina”. A pesar de que es una práctica previa al Islam y que no se menciona en ninguna parte del Corán, los clérigos fundamentalistas usaron textos complementarios para justificarlo según fue necesario Como dice Dirie, “No es culpa del Corán si la FGM se practica en su mayoría en países musulmanes. Pero la religión tiene la responsabilidad”.
Un promedio de 135 millones de niñas y mujeres han pasado por este procedimiento, con 2 millones adicionales en riesgo cada año. Además de la muerte, las complicaciones del procedimiento incluyen infecciones serias, VIH, abscesos, tumores benignos pequeños, hemorragias, shock y quistes en el clítoris. Los efectos a largo plazo también pueden incluir piedras en el riñón, esterilidad, disfunción sexual, depresión, varias infecciones del tracto urinario, varios problemas ginecológicos y obstétricos.
El impacto de la revelación de Dirie fue inmenso. La revista recibió miles de cartas y, al año siguiente, ella fue nombrada Embajadora Especial de las Naciones Unidas para Eliminar la Mutilación Genital Femenina. Ella fue la voz de millones de niñas, atrapadas en culturas que continúan con esta práctica inhumana. Recientemente, ella ha estado trabajando en crear consciencia en Europa, a donde desafortunadamente se ha exportado dicha práctica. Dirie calcula que 500,000 niñas están en riesgo en la Unión Europea. A principios de este año, el presidente francés Nicolas Sarkozy la presentó con la Legión de Honor por su trabajo hacia terminar la FGM en Francia. La Fundación Waris Dirie ha sido fundamental para crear una legislación en Inglaterra y Francia que clasifica la FGM como un crimen.
Al elegir hablar, Waris Dirie ha llevado la luz sobre un problema muy oscuro y esperanza donde sólo había un sufrimiento silencioso. Su vida ejemplifica el potencial que todos tenemos para decir la verdad y crear un cambio, sin importar cual sea la circunstancia.
SuperConsciousness Magazine.
Publicación Nov 1, 2007.
Entra a la página de la Fundación de Waris Dirie y participa de forma activa en su lucha en contra de la FGM. Da tu manifiesto de inconformidad.
Rod SG
Rod SG
12 de noviembre de 2007
Discriminación de la Mujer: El Origen.
Uno de los criminales mas atroces de la historia, de gran posición social y con gran autoridad y respeto aún en nuestros días, fue y sigue siendo el promotor mas destacado de la discriminación milenaria hacia las mujeres.
Además de ser cómplice de la violación de mujeres vírgenes y esposas, y de sugerir golpearlas para reprenderlas, planeó el asesinato de incontable cantidad de niños inocentes, incluyendo el desgarramiento de 40 de ellos por osos, recomendó el genocidio y la venta de personas como esclavos, consintió la pederastia, sugirió la mutilación de cadáveres y el sacrificio humano; entre muchas otras mas barbaries.
Según los libros de Deuteronomio, Josué, Samuel, Jueces y Números, el Dios del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, cometió éstas atrocidades dándole el peor de los ejemplos a los hombres desde hace mas de 2,800 años.
Estas tres grandes religiones afirman que Dios decidió crear al hombre “a su imagen y semejanza” y a la mujer como una simple compañera del hombre, dándole a entender al mundo que el hombre es mas importante que la mujer, que Dios tiene género masculino y que se le debe llamar Padre.
En la Palestina del Primer Siglo, los judíos rezaban: "Gracias Dios por no haber nacido esclavo o mujer..." También se decía que era mejor quemar la Tora que confiársela a una mujer.
También en Asia los textos hindúes dicen que la mujer debe inmolarse a si misma cuando su esposo muere. Otros textos dicen que la mujer de niña debe someterse a su padre, de joven a su marido, y al morir éste a sus hijos varones. La mujer nunca puede ser independiente según esta cultura.
Aunque el Corán no lo sugiere, grandes grupos practicantes del Islam en Africa y Europa, practican la mutilación genital femenina para garantizar la virginidad de niñas y jóvenes hasta llegar al matrimonio. (Ver Discriminación de la Mujer: FGM )
Los pergaminos encontrados por Nicholas Notovich en la India y publicdos en 1887 como “La Vida Desconocida de Jesús”, relatan enseñanzas de Jesús (Issa) muy distintas a lo que las religiones arriba mencionadas se empeñan en mantener como una tradición que discrimina a la mujer en todos los aspectos. He aquí un fragmento de dicha publicación:
Una anciana que se había aproximado al grupo para oír mejor a Jesús, fue apartada por uno de los espías, que se colocó delante de ella. Jesús dijo:
“Un hijo no debe apartar a su madre, ocupando su lugar que le pertenece. Quien no respeta a su madre, el ser más sagrado después de su Dios, es indigno del nombre de hijo.
Escuchad entonces lo que os digo; respetad a la mujer, pues ella es la madre del universo, y toda la verdad de la creación divina está en ella.
Ella es la base de todo lo que es bueno y hermoso, como es también el germen de la vida y la muerte. De ella depende la existencia entera del hombre, pues ella es su apoyo natural y moral.
Ella os parió sumida en el sufrimiento. Con el sudor de su frente os crió, y hasta su muerte vosotros le causáis las más serias preocupaciones. Bendecidla y veneradla, pues es vuestra amiga, vuestro único apoyo en la Tierra.
Respetadla, sostenedla. Actuando así os ganareis su amor y su corazón. Encontraréis favor a la vista de Dios y muchos pecados os serán perdonados.
Del mismo modo, amad a vuestras esposas y respetadlas, pues ellas serán madres mañana y cada una, posteriormente, ancestro de una raza.
Sed clementes con la mujer. Su amor ennoblece al hombre, suaviza su corazón endurecido, amansa al bruto que hay en él y hace de él un cordero.
La esposa y la madre son los tesoros inapreciables que os ha dado Dios. Son los más bellos ornamentos de la existencia, y de ellas nacerán todos los habitantes del mundo.
Así como el Dios de los ejércitos separó antiguamente la luz de la oscuridad y la tierra, de las aguas, la mujer posee la facultad divina de separar en un hombre las buenas intenciones de los malos pensamientos.
Por tanto os digo, después de Dios vuestros mejores pensamientos deben pertenecer a las mujeres y a las esposas, siendo la mujer para vosotros el templo donde obtendréis la felicidad más perfecta.
Imbuíos en este templo de fuerza moral. En él olvidaréis vuestras penas y vuestros fracasos y recuperaréis la energía necesaria que habéis perdido para poder ayudar a vuestro prójimo.
No la expongáis a la humillación. Actuando así os humillarías, vosotros mismos y perderíais el sentimiento del amor, sin el cual nada existe aquí abajo.
Proteged a vuestra esposa para que ella pueda protegeros a vosotros y a vuestra familia. Todo lo que hagáis por vuestra esposa, por vuestra madre, por una viuda o por cualquier mujer en apuros, haréis lo mismo por vuestro Dios”.
No cabe la menor duda que las Mujeres podrían ser los mejores Vicarios que Yeshúa podría tener.
Rod SG
Además de ser cómplice de la violación de mujeres vírgenes y esposas, y de sugerir golpearlas para reprenderlas, planeó el asesinato de incontable cantidad de niños inocentes, incluyendo el desgarramiento de 40 de ellos por osos, recomendó el genocidio y la venta de personas como esclavos, consintió la pederastia, sugirió la mutilación de cadáveres y el sacrificio humano; entre muchas otras mas barbaries.
Según los libros de Deuteronomio, Josué, Samuel, Jueces y Números, el Dios del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, cometió éstas atrocidades dándole el peor de los ejemplos a los hombres desde hace mas de 2,800 años.
Estas tres grandes religiones afirman que Dios decidió crear al hombre “a su imagen y semejanza” y a la mujer como una simple compañera del hombre, dándole a entender al mundo que el hombre es mas importante que la mujer, que Dios tiene género masculino y que se le debe llamar Padre.
En la Palestina del Primer Siglo, los judíos rezaban: "Gracias Dios por no haber nacido esclavo o mujer..." También se decía que era mejor quemar la Tora que confiársela a una mujer.
También en Asia los textos hindúes dicen que la mujer debe inmolarse a si misma cuando su esposo muere. Otros textos dicen que la mujer de niña debe someterse a su padre, de joven a su marido, y al morir éste a sus hijos varones. La mujer nunca puede ser independiente según esta cultura.
Aunque el Corán no lo sugiere, grandes grupos practicantes del Islam en Africa y Europa, practican la mutilación genital femenina para garantizar la virginidad de niñas y jóvenes hasta llegar al matrimonio. (Ver Discriminación de la Mujer: FGM )
Los pergaminos encontrados por Nicholas Notovich en la India y publicdos en 1887 como “La Vida Desconocida de Jesús”, relatan enseñanzas de Jesús (Issa) muy distintas a lo que las religiones arriba mencionadas se empeñan en mantener como una tradición que discrimina a la mujer en todos los aspectos. He aquí un fragmento de dicha publicación:
Una anciana que se había aproximado al grupo para oír mejor a Jesús, fue apartada por uno de los espías, que se colocó delante de ella. Jesús dijo:
“Un hijo no debe apartar a su madre, ocupando su lugar que le pertenece. Quien no respeta a su madre, el ser más sagrado después de su Dios, es indigno del nombre de hijo.
Escuchad entonces lo que os digo; respetad a la mujer, pues ella es la madre del universo, y toda la verdad de la creación divina está en ella.
Ella es la base de todo lo que es bueno y hermoso, como es también el germen de la vida y la muerte. De ella depende la existencia entera del hombre, pues ella es su apoyo natural y moral.
Ella os parió sumida en el sufrimiento. Con el sudor de su frente os crió, y hasta su muerte vosotros le causáis las más serias preocupaciones. Bendecidla y veneradla, pues es vuestra amiga, vuestro único apoyo en la Tierra.
Respetadla, sostenedla. Actuando así os ganareis su amor y su corazón. Encontraréis favor a la vista de Dios y muchos pecados os serán perdonados.
Del mismo modo, amad a vuestras esposas y respetadlas, pues ellas serán madres mañana y cada una, posteriormente, ancestro de una raza.
Sed clementes con la mujer. Su amor ennoblece al hombre, suaviza su corazón endurecido, amansa al bruto que hay en él y hace de él un cordero.
La esposa y la madre son los tesoros inapreciables que os ha dado Dios. Son los más bellos ornamentos de la existencia, y de ellas nacerán todos los habitantes del mundo.
Así como el Dios de los ejércitos separó antiguamente la luz de la oscuridad y la tierra, de las aguas, la mujer posee la facultad divina de separar en un hombre las buenas intenciones de los malos pensamientos.
Por tanto os digo, después de Dios vuestros mejores pensamientos deben pertenecer a las mujeres y a las esposas, siendo la mujer para vosotros el templo donde obtendréis la felicidad más perfecta.
Imbuíos en este templo de fuerza moral. En él olvidaréis vuestras penas y vuestros fracasos y recuperaréis la energía necesaria que habéis perdido para poder ayudar a vuestro prójimo.
No la expongáis a la humillación. Actuando así os humillarías, vosotros mismos y perderíais el sentimiento del amor, sin el cual nada existe aquí abajo.
Proteged a vuestra esposa para que ella pueda protegeros a vosotros y a vuestra familia. Todo lo que hagáis por vuestra esposa, por vuestra madre, por una viuda o por cualquier mujer en apuros, haréis lo mismo por vuestro Dios”.
No cabe la menor duda que las Mujeres podrían ser los mejores Vicarios que Yeshúa podría tener.
Rod SG
6 de noviembre de 2007
tU-niverso
Formular preguntas y encontrar el camino para responderlas, abre una nueva forma de vivir en nuestro mundo. Trae siempre consigo la posibilidad de respirar aire fresco y hace una vida mas feliz. El verdadero truco de la vida no es vivir en lo conocido, sino vivir en el misterio, haciendo conocido lo desconocido.
La vida tiene una perspectiva muy diferente a través de la Física Cuántica. A través de ésta se logra entender por qué pensamos como pensamos y las condiciones que hicieron posible que pensemos y sintamos de la forma que lo hacemos. Además, es posible conocer el camino para cambiarlo, lo cual desata las posibilidades de entendimiento del Universo, y con ello, el despertar.
La forma en que la espiritualidad antigua y la ciencia moderna prueban que la realidad puede ser alterada por la conciencia, solo puede ser entendido mediante Física Cuántica.
Realidad no es solo el plano físico; es la relación de la mente con el plano físico que crea la percepción de la realidad. No hay realidad sin percepción de la realidad. Es nuestro Observador quien crea la percepción y es la mera observación la que puede hacer los cambios físicos, históricos, químicos, biológicos y de cualquier otra naturaleza.
Te has preguntado si realmente existirías físicamente, si nadie pudiese observarte? La respuesta certera sería no. Mera observación es suficiente para alterar cualquier cosa, desde algo físico hasta algo histórico.
El mundo no está hecho de cosas separadas. La mente no está separada de la materia. Los seres humanos no estamos separados de otros seres vivos o inanimados. El reino de los cielos y la isla del infierno están dentro de cada individuo, en su mente. Este ha sido, es y será por siempre el secreto de la creatividad: no existen las separaciones, todo es unidad. Nada puede existir si no existe en la mente de las personas, si no es observado por éstas. El universo está dentro de cada persona y cada persona contiene al universo.
El principio de la Complementariedad en física cuántica, formula que el universo físico nunca puede ser conocido independiente de las opciones del Observador, es decir de lo que éste desee observar. Al seleccionar una sola forma de ver el universo, complementariamente otras formas de verlo o experimentarlo se vuelven inaccesibles. Nuestras opciones en física cuántica son variables complementarias.
Es muy común que los individuos no se den cuenta de que todas las cosas que hacen, piensen o sientan, son tan solo una selección particular del infinito disponible de opciones, limitando así su expresión de vida a tan solo una percepción complementaria, permaneciendo toda su existencia en sU-niverso y perdiendo la oportunidad de experimentar formas alternativas de ver, pensar y sentir.
Rod SG
La vida tiene una perspectiva muy diferente a través de la Física Cuántica. A través de ésta se logra entender por qué pensamos como pensamos y las condiciones que hicieron posible que pensemos y sintamos de la forma que lo hacemos. Además, es posible conocer el camino para cambiarlo, lo cual desata las posibilidades de entendimiento del Universo, y con ello, el despertar.
La forma en que la espiritualidad antigua y la ciencia moderna prueban que la realidad puede ser alterada por la conciencia, solo puede ser entendido mediante Física Cuántica.
Realidad no es solo el plano físico; es la relación de la mente con el plano físico que crea la percepción de la realidad. No hay realidad sin percepción de la realidad. Es nuestro Observador quien crea la percepción y es la mera observación la que puede hacer los cambios físicos, históricos, químicos, biológicos y de cualquier otra naturaleza.
Te has preguntado si realmente existirías físicamente, si nadie pudiese observarte? La respuesta certera sería no. Mera observación es suficiente para alterar cualquier cosa, desde algo físico hasta algo histórico.
El mundo no está hecho de cosas separadas. La mente no está separada de la materia. Los seres humanos no estamos separados de otros seres vivos o inanimados. El reino de los cielos y la isla del infierno están dentro de cada individuo, en su mente. Este ha sido, es y será por siempre el secreto de la creatividad: no existen las separaciones, todo es unidad. Nada puede existir si no existe en la mente de las personas, si no es observado por éstas. El universo está dentro de cada persona y cada persona contiene al universo.
El principio de la Complementariedad en física cuántica, formula que el universo físico nunca puede ser conocido independiente de las opciones del Observador, es decir de lo que éste desee observar. Al seleccionar una sola forma de ver el universo, complementariamente otras formas de verlo o experimentarlo se vuelven inaccesibles. Nuestras opciones en física cuántica son variables complementarias.
Es muy común que los individuos no se den cuenta de que todas las cosas que hacen, piensen o sientan, son tan solo una selección particular del infinito disponible de opciones, limitando así su expresión de vida a tan solo una percepción complementaria, permaneciendo toda su existencia en sU-niverso y perdiendo la oportunidad de experimentar formas alternativas de ver, pensar y sentir.
Rod SG
28 de octubre de 2007
Amor es...
Las formas mas comunes que tiene el ser humano de describir lo grande que un amor puede ser, están ligadas a las imágenes lingüístico-culturales que el individuo tiene grabadas en la memoria de su cerebro, tabulando el tamaño de un amor con medidas de espacio, distancia, tiempo y energía, entre otras.
“Te amo con todo mi corazón” (volumen).“Te amo con toda mi alma” (energía).
“Te amo hasta el fin de la eternidad” (tiempo).
“Te amo hasta donde tus ojos no ven” (distancia).
“Te amo con todo mi ser” (existencia).
Se puede realmente medir el amor? Habrá realmente amores grandes y amores pequeños? Es el amor eterno, o se puede terminar? Se puede amar a mas de una persona? Hay en verdad un solo paso de distancia del odio al amor?
Los cada día mas comunes divorcios demuestran por su parte que el amor puede agotarse en cuestión de tiempo. Por otra parte, el hecho de que un individuo a quien se le ha practicado un transplante de corazón siga amando a su pareja, prueba que el amor no radica en dicho órgano. Así mismo, es común que amemos a personas que han dejado este plano físico, que han muerto; así que el amor no depende de que el receptor se encuentre en el mismo plano físico. Así pues el amor no requiere ni de corazón ni de receptor físico.
Entendiendo como alma el cúmulo de energía contenida atrás del esternón, que actúa como memoria de sentimientos y sensaciones, podríamos decir que el amor reside ahí. Pero entonces seguiríamos amando a quienes amamos en otras encarnaciones ya que el alma se va con nosotros cuando dejamos el cuerpo físico. Así como desde los primeros meses de nacidos damos muestra del carácter almacenado en nuestra alma, producto de encarnaciones anteriores, también debiéramos dar muestra de las cosas o personas que hemos amado en otras vidas. Pero no es así. No amamos con el alma, en el alma solo se almacenan las experiencias sentimentales resultado de nuestros amores y otras tantas expresiones.
Cuando una persona padece amnesia producto de desorden cerebral accidental, pierde la memoria de corto plazo, de largo plazo o su memoria completa, habiendo casos de personas que deben aprender a hablar nuevamente. Cuando esto sucede, la persona no recuerda ni siquiera a las personas que ama. El amor se acaba al borrarse la memoria en el cerebro.
Existen casos de personas que pierden la memoria temporalmente, es decir, pierden comunicación con su registro cerebral, recuperándose después de un tiempo. Esas personas en ocasiones, dependiendo del lugar de su afectación en el cerebro, no recuerdan por cierto período de tiempo el lazo de amor que los unía a sus seres queridos, recordándolo de nuevo al recuperarse de su trastorno, sin que sus lazos afectivos hayan sido afectados permanentemente. Esto prueba que el amor reside en el cerebro.
Pero entonces qué es el amor?
Frecuentemente el amor se asocia con un verbo, dependiendo de las experiencias agradables o decepciones que haya experimentado en dicho tema cada persona. De este modo, los individuos pueden seleccionar el verbo que llene de mejor forma la connotación de amor: amor es dar, amor es compromiso, amor es hacer feliz a tu pareja, amor es sacrificio, amor es entrega total, etc. Kim Casili podía expresar esto bastante bien en sus comics “Love is...”
. A veces romántico, en ocasiones tonto y en otras hasta irónico o sarcástico.
Sin embargo, antes de que el amor pueda expresarse como un verbo (dar, sacrificar, compartir, etc) nace como un Pensamiento. Para poder dar, debes primero imaginarte dando. Para poder compartir, debes primero imaginarte compartiendo. Toda acción asociada con el amor y con cualquier otro sentimiento, nace como un Pensamiento. El amor es la mas refinado de los pensamientos, de ahí que a Dios se le asocie con Amor. Dios es Amor = Dios es Pensamiento Creativo Ilimitado.
Nada puede impedir que una persona ame. Las personas son libres de amar y amar los hace libres. Las personas son libres de pensar y el pensar los hace libres. Nadie puede impedir que una persona piense y nadie puede impedir que ame.
Una persona puede amar a sus amigos, puede amar a su pareja e incluso puede amar a su mascota. El amor no tiene limitaciones, como tampoco lo tiene el pensamiento. Pero lamentablemente es común que el ser humano crezca rodeado de prejuicios, y le sea fácil criticar el amor por el simple hecho de no adaptarse a su estrecho raciocinio. De ahí que el ser humano “no deba” amar a personas de su mismo género, ya que demostrarlo o expresarlo lo convierte en homosexual y por ende será rechazado por sociedades, religiones y lo mas estúpido: será rechazado por Dios.
Que es lo que amamos de una persona? Su cabello? Su físico? Sus pies? No! Amamos su ser. Y su ser no tiene género. Es común que el ser humano no entienda que los pensamientos no tienen género y que el Ser que habita dentro de cada cuerpo tampoco. Se ama con el pensamiento al ser de luz interior que no tiene género.
Si el amor es un pensamiento por encima del género, mas poderoso que cualquier hormona y cualquier estructura cromosomática de ADN, por que se critica a quienes aman y demuestran su amor a personas de su mismo género? Por que incluso se les discrimina? Dos pilares sostienen esta conducta: la ignorancia y la falta de compasión.
Los pensamientos en nuestro cerebro, nacen y se mantienen como pulsos eléctricos de determinada amplitud o intensidad y frecuencia. El Amor es un pensamiento de alta frecuencia, siendo este tipo de pensamientos de los que hacen fluir con mas facilidad la Divinidad que realmente somos, y son los individuos que mas pensamientos Compasivos y Amorosos producen, aquellos que se acercan mas a la vibración del Pensamiento Creativo Ilimitado, aquellos que se acercan mas al Dios Padre.
Rod SG
21 de octubre de 2007
Korban..?
En los libros sagrados de los cristianos, judíos y musulmanes se describen rituales de sacrificio de animales para agradar a Dios, Alá, Yahvé, YHVH ó Jehová, dependiendo de la historia narrada. No es coincidencia, puesto que las tres religiones aceptan a algunos profetas comunes, como Adán, Noé, Abraham, Moisés y Salomón entre otros.
Para entender el por qué de estos sacrificios, se podría intuir que a los patriarcas les agradaba el olor a cordero asado, o que a Dios le agrada dicho aroma, o bien, que a Dios le daba envidia no poder comer cordero asado y les pedía que sacrificaran al más regordete, por puro animus jodendi. Obviamente es más creíble que sacrificaban un animal que era importante para su alimentación ya que les ofrecía, leche y quesos. Esto le daba importancia al ritual y lo convertía en sacrificio para quien se deshacía del animal.
El ritual de sacrificios de animales cambió de tono cuando YHVH (el innombrable), le ordenó al patriarca Abraham sacrificar a su hijo Isaac para probar su fe. Esto se narra tanto en la Torah judía, como en la Biblia cristiana y en el Corán del Islam, aunque este último dice que fué Ishmael y no Isaac quien "iba" a ser sacrificado. Cuestión de intereses dinásticos. (-Aclaro que el Dios que Yo conozco no haría semejante solicitud de sacrificio. Lo menciono solo para darle soporte a este artículo-.)
En el libro del Levítico, la comunidad Judía encuentra los mandatos de sacrificio, comúnmente de animales, que deben ofrecerse al Dios Hebreo durante dos de sus cuatro mas importantes celebraciones: el Pesaj (la Pascua) y el Yom Kipur. El animal a sacrificar por excelencia es el cordero o el carnero, siendo la palabra Korban en hebreo, la utilizada para referirse al "sacrificio"; Korbanot en plural cuando eran mas de uno.
Es muy común que la comunidad cristiana, pierda de vista que Yeshua ben Joseph (el Jesús histórico) era judío, ya que siempre se le representa con una tez blanca, rasgos europeos y cabellera castaña. Para sorpresa de muchos, Yeshua difícilmente podría haber tenido tales rasgos físicos, ya que la arqueología moderna demuestra un aspecto muy distinto de la raza judía de su época.
Jesús era judío al igual que sus apóstoles y la mayoría de sus discípulos. Pero era un judío que no tenía observancia por todas las leyes judías. Comía alimentos no permitidos, hablaba con Samaritanos, compartía alimentos con recaudadores de impuestos, protegía a pecadores, no respetaba el Sabbath (día de descanso) y sobre todo, no practicaba Korban alguno. Aunque conocía las escrituras sagradas del pueblo Judío, sus enseñanzas estaban muy lejos de ser similares a éstas. El Dios de quien se proclamaba hijo no se parecía a Yahvé, YHVH, Jehová ni Alá; y sobre todo, enseñaba que el "reino de los cielos" estaba al alcance de todos. Reveldías suficientes para que las autoridades romanas y judías lo capturasen y le diesen castigo.
Paradójicamente, 300 años mas tarde, cuando las enseñanzas de Jesús comenzaron a desvanecerse, quienes se creyeron depositarios de su doctrina, fundaron una iglesia, se auto-proclamaron Reyes Scerdotes y ofrecieron al mundo la "Interpretación Judía" de la muerte, resurrección y ascensión de Yashua. Habiendo crecido ofreciendo sacrificios para su perdón, su entendimiento no les dió para mas:
* El Cordero de Dios fue sacrificado para el perdón de los pecados, tal cual se practica durante las celebraciones del Yom Kipur. El Dios con sed de venganza por los pecados de la humanidad, ahora está satisfecho, porque su hijo "único" ha redimido al mundo entero. Una Nueva Alianza se ha Celebrado.
Para entender el por qué de estos sacrificios, se podría intuir que a los patriarcas les agradaba el olor a cordero asado, o que a Dios le agrada dicho aroma, o bien, que a Dios le daba envidia no poder comer cordero asado y les pedía que sacrificaran al más regordete, por puro animus jodendi. Obviamente es más creíble que sacrificaban un animal que era importante para su alimentación ya que les ofrecía, leche y quesos. Esto le daba importancia al ritual y lo convertía en sacrificio para quien se deshacía del animal.
El ritual de sacrificios de animales cambió de tono cuando YHVH (el innombrable), le ordenó al patriarca Abraham sacrificar a su hijo Isaac para probar su fe. Esto se narra tanto en la Torah judía, como en la Biblia cristiana y en el Corán del Islam, aunque este último dice que fué Ishmael y no Isaac quien "iba" a ser sacrificado. Cuestión de intereses dinásticos. (-Aclaro que el Dios que Yo conozco no haría semejante solicitud de sacrificio. Lo menciono solo para darle soporte a este artículo-.)
En el libro del Levítico, la comunidad Judía encuentra los mandatos de sacrificio, comúnmente de animales, que deben ofrecerse al Dios Hebreo durante dos de sus cuatro mas importantes celebraciones: el Pesaj (la Pascua) y el Yom Kipur. El animal a sacrificar por excelencia es el cordero o el carnero, siendo la palabra Korban en hebreo, la utilizada para referirse al "sacrificio"; Korbanot en plural cuando eran mas de uno.
Es muy común que la comunidad cristiana, pierda de vista que Yeshua ben Joseph (el Jesús histórico) era judío, ya que siempre se le representa con una tez blanca, rasgos europeos y cabellera castaña. Para sorpresa de muchos, Yeshua difícilmente podría haber tenido tales rasgos físicos, ya que la arqueología moderna demuestra un aspecto muy distinto de la raza judía de su época.
Jesús era judío al igual que sus apóstoles y la mayoría de sus discípulos. Pero era un judío que no tenía observancia por todas las leyes judías. Comía alimentos no permitidos, hablaba con Samaritanos, compartía alimentos con recaudadores de impuestos, protegía a pecadores, no respetaba el Sabbath (día de descanso) y sobre todo, no practicaba Korban alguno. Aunque conocía las escrituras sagradas del pueblo Judío, sus enseñanzas estaban muy lejos de ser similares a éstas. El Dios de quien se proclamaba hijo no se parecía a Yahvé, YHVH, Jehová ni Alá; y sobre todo, enseñaba que el "reino de los cielos" estaba al alcance de todos. Reveldías suficientes para que las autoridades romanas y judías lo capturasen y le diesen castigo.
Paradójicamente, 300 años mas tarde, cuando las enseñanzas de Jesús comenzaron a desvanecerse, quienes se creyeron depositarios de su doctrina, fundaron una iglesia, se auto-proclamaron Reyes Scerdotes y ofrecieron al mundo la "Interpretación Judía" de la muerte, resurrección y ascensión de Yashua. Habiendo crecido ofreciendo sacrificios para su perdón, su entendimiento no les dió para mas:
* El Cordero de Dios fue sacrificado para el perdón de los pecados, tal cual se practica durante las celebraciones del Yom Kipur. El Dios con sed de venganza por los pecados de la humanidad, ahora está satisfecho, porque su hijo "único" ha redimido al mundo entero. Una Nueva Alianza se ha Celebrado.
Nada más alejado de la intención de un hombre que absorbió la divinidad completa de Dios y se convirtió en Cristo. Nada más alejado de sus enseñanzas ahora perdidas u ocultas. Nada más alejado del camino para alcanzar el Reino de Dios, el cual el mismo Yeshua insitió que está al alcance de todos “antes de su muerte, resurrección y ascensión”.
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Rod SG
7 de octubre de 2007
Que Somos?
Existen miles de respuestas a la pregunta “Que somos?” como enseñanzas filosóficas, científicas o religiosas. Muchas de ellas con ideas afines, mientras otras diametralmente opuestas enrte si. Sin embargo, la respuesta más categórica será siempre aquella que logra manifestar cada persona al responderla con su propio entendimiento, siendo éste un proceso de evolución hacia su verdadero ser. Porque esa es su propia verdad.
Físicamente es fácil ver y entender lo que somos. Estamos formados de tejidos compuestos de células, las cuales a su vez están formadas de átomos que contienen energía. Físicamente, somos energía. Pero qué es lo que le da vida a nuestro cuerpo? Que es aquello que nos permite ser, sentir, pensar y crear?... El alma dirían algunos, mientras otros afirmarían que es el espíritu. Y si fuera una o la otra, o si fuéramos ambas cosas: alma y espíritu, que realmente son el alma y/o el espíritu? De donde provienen?
Ninguna de estas preguntas puede obtener una respuesta contundente, sin un entendimiento claro del origen del todo; si se sigue pensando que el universo es plano, geocéntrico y sobre todo, basados en un origen como el descrito y detallado en el Libro del Génesis de las tradiciones Judeo-Cristianas (el cual es un insulto al intelecto humano y al Dios mismo, por las estupideces que han puesto en su boca). De modo que para tal intención de responder que somos, es necesario entender el siguiente Origen:
El Todo estaba compuesto por el Vacío infinito, y en él solo existía el Pensamiento Creativo sin Límites (Dios) contemplándose a si mismo. De esta expresión contemplativa y pensamiento sublime de amor a si mismo, surge el desdoblamiento de su Ser, multiplicándose a si mismo. Mediante su propio pensamiento, Dios se reproduce permanentemente en una cantidad infinita de si mismo. Estos Dioses de Dios son a su vez creadores continuos de infinitas formas e infinitas materias. Todas ellas con diferentes niveles de animación. Mientras algunas de estas formas existen en aparente inmovilidad, otras cuentan con las capacidades de movimiento y desplazamiento necesarias para existir en el nivel vibratorio en el que fueron creadas.
En el plano vibratorio donde la materia se colapsa en algo aparentemente sólido, el plano donde vivimos, los Dioses producto de la contemplación de Dios de si mismo, experimentan la emoción de vivir expresándose a través de sus creaciones. Creaciones resultado de su propio pensamiento creativo. Cuando los seres humanos fueron creados, los Dioses los dotaron de Alma y Espíritu, además de un gran decodificador llamado Cerebro, el cual le permite a cada ser humano razonar, tener propia voluntad y crear sin límites.
El Espíritu otorgado a los seres humanos es el contenedor energético que mantiene todo el cuerpo físico junto y en continuo funcionamiento, es lo que lo dota de vida latente y continua. Es la luz radiante de cada individuo y que puede ser visto mediante equipo sofisticado de fotografía. Esta energía es a veces llamada Aura.
El Alma es la memoria de los sentimientos creados por el Pensamiento y que originalmente dan carácter y personalidad a cada individuo al nacer. El Alma aquilata todas las experiencias sensibles del individuo forjando un carácter eterno y moldeable en cada experiencia de vida, en cada encarnación. Así los bebes humanos dan muestras de los rasgos mas característicos de su carácter a muy temprana edad.
El Cerebro es el orquestador del cuerpo y de la mente, del funcionamiento de cada órgano, del control de ADN, de las proteínas y de la información eléctrica generada por las neuronas. Es en el cerebro donde se encuentra el gran Observador que crea la realidad de cada individuo. Es en el cerebro donde cada Dios encarnado experimenta la sensación de vivir, involucionando hacia niveles de conciencia inferiores y evolucionando de regreso a su Origen primario, el Dios Padre. El Pensamiento Creativo Ilimitado.
Que Somos? Somos una expresión de Dios en una de sus tantas creaciones.
Nuestro pensamiento no tiene límites y puede crear lo que sea con el simple hecho de manifestarlo y mantenerlo en constante visualización. Esas ilimitaciones son resultado de la divinidad que habita en nuestro ser, de nuestra naturaleza divina, del Dios que somos.
“¿No está escrito en la Ley: ‘Yo dije: Ustedes son dioses’? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra —y la Escritura no puede ser anulada—, ¿cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Juan 10:34-36
Rod SG
Que No Somos?
Ofensores de Dios. Pecadores. Dios no puede ofenderse a si mismo por el simple hecho de expresarse el mismo a través de su experiencia de vida en nuestros cuerpos. No hace el bien ni el mal, puesto que para Dios no existe separación tal. Dios simplemente se expresa de diferentes formas.
Físicamente es fácil ver y entender lo que somos. Estamos formados de tejidos compuestos de células, las cuales a su vez están formadas de átomos que contienen energía. Físicamente, somos energía. Pero qué es lo que le da vida a nuestro cuerpo? Que es aquello que nos permite ser, sentir, pensar y crear?... El alma dirían algunos, mientras otros afirmarían que es el espíritu. Y si fuera una o la otra, o si fuéramos ambas cosas: alma y espíritu, que realmente son el alma y/o el espíritu? De donde provienen?
Ninguna de estas preguntas puede obtener una respuesta contundente, sin un entendimiento claro del origen del todo; si se sigue pensando que el universo es plano, geocéntrico y sobre todo, basados en un origen como el descrito y detallado en el Libro del Génesis de las tradiciones Judeo-Cristianas (el cual es un insulto al intelecto humano y al Dios mismo, por las estupideces que han puesto en su boca). De modo que para tal intención de responder que somos, es necesario entender el siguiente Origen:
El Todo estaba compuesto por el Vacío infinito, y en él solo existía el Pensamiento Creativo sin Límites (Dios) contemplándose a si mismo. De esta expresión contemplativa y pensamiento sublime de amor a si mismo, surge el desdoblamiento de su Ser, multiplicándose a si mismo. Mediante su propio pensamiento, Dios se reproduce permanentemente en una cantidad infinita de si mismo. Estos Dioses de Dios son a su vez creadores continuos de infinitas formas e infinitas materias. Todas ellas con diferentes niveles de animación. Mientras algunas de estas formas existen en aparente inmovilidad, otras cuentan con las capacidades de movimiento y desplazamiento necesarias para existir en el nivel vibratorio en el que fueron creadas.
En el plano vibratorio donde la materia se colapsa en algo aparentemente sólido, el plano donde vivimos, los Dioses producto de la contemplación de Dios de si mismo, experimentan la emoción de vivir expresándose a través de sus creaciones. Creaciones resultado de su propio pensamiento creativo. Cuando los seres humanos fueron creados, los Dioses los dotaron de Alma y Espíritu, además de un gran decodificador llamado Cerebro, el cual le permite a cada ser humano razonar, tener propia voluntad y crear sin límites.
El Espíritu otorgado a los seres humanos es el contenedor energético que mantiene todo el cuerpo físico junto y en continuo funcionamiento, es lo que lo dota de vida latente y continua. Es la luz radiante de cada individuo y que puede ser visto mediante equipo sofisticado de fotografía. Esta energía es a veces llamada Aura.
El Alma es la memoria de los sentimientos creados por el Pensamiento y que originalmente dan carácter y personalidad a cada individuo al nacer. El Alma aquilata todas las experiencias sensibles del individuo forjando un carácter eterno y moldeable en cada experiencia de vida, en cada encarnación. Así los bebes humanos dan muestras de los rasgos mas característicos de su carácter a muy temprana edad.
El Cerebro es el orquestador del cuerpo y de la mente, del funcionamiento de cada órgano, del control de ADN, de las proteínas y de la información eléctrica generada por las neuronas. Es en el cerebro donde se encuentra el gran Observador que crea la realidad de cada individuo. Es en el cerebro donde cada Dios encarnado experimenta la sensación de vivir, involucionando hacia niveles de conciencia inferiores y evolucionando de regreso a su Origen primario, el Dios Padre. El Pensamiento Creativo Ilimitado.
Que Somos? Somos una expresión de Dios en una de sus tantas creaciones.
Nuestro pensamiento no tiene límites y puede crear lo que sea con el simple hecho de manifestarlo y mantenerlo en constante visualización. Esas ilimitaciones son resultado de la divinidad que habita en nuestro ser, de nuestra naturaleza divina, del Dios que somos.
“¿No está escrito en la Ley: ‘Yo dije: Ustedes son dioses’? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra —y la Escritura no puede ser anulada—, ¿cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Juan 10:34-36
Rod SG
Que No Somos?
Ofensores de Dios. Pecadores. Dios no puede ofenderse a si mismo por el simple hecho de expresarse el mismo a través de su experiencia de vida en nuestros cuerpos. No hace el bien ni el mal, puesto que para Dios no existe separación tal. Dios simplemente se expresa de diferentes formas.
28 de septiembre de 2007
Albino Luciani - 33 Días de Ponficicado
Durante los escasos 33 días que duró el pontificado de Juan Pablo I, la Iglesia tuvo la gran oportunidad de expiar sus pecados del pasado y entrar en una nueva era de modernidad, transparencia y pobreza ejemplar. Desgraciadamente, la muerte prematura de Juan Pablo I dio al traste con sus revolucionarios proyectos. La sospecha de un posible asesinato no ha dejado nunca de estar presente. La última etapa del pontificado de Pablo VI estuvo presidida por los reproches, pero lo que nunca nadie podría reconvenirle es que no supiera cómo organizar un cónclave secreto. Como ya se ha explicado anteriormente, la constitución Romano pontifici eligendo es la disposición más arbitraria sobre el desarrollo de un cónclave de cuantas se hayan hecho en los tiempos modernos por miedo a que se repitieran los embarazosos episodios con micrófonos ocultos. El cónclave para elegir a su sucesor iba a ser, sin duda, muy especial. Tras los muros de la Capilla Sixtina se pondrían en juego, como nunca antes, los anhelos, deseos y esperanzas de los católicos de todo el mundo. La derecha, con el cardenal Giuseppe Siri a la cabeza, esperaba elegir a un pontífice que devolviese a la Iglesia al estado de rígida disciplina eclesiástica anterior al II Concilio Vaticano; deseaban un nuevo Pío XII. La izquierda quería un papa que reconciliase a la Iglesia con los pobres, pero no como un monarca absoluto, sino democráticamente y contando con la opinión de los obispos. En definitiva, un nuevo Juan XXIII. Casi en medio de ambas posturas se encontraba el patriarca de Venecia Albino Luciani, un hombre que conjugaba sencillez, humildad e inteligencia. Su preocupación eran los pobres, y no estaba interesado en la distinción entre derechas e izquierdas. Lo que realmente le importaba eran los millones de seres humanos que padecían la miseria en el Tercer Mundo. Sabía muy bien a quién iba a votar, al cardenal brasileño Aloísio Lorscheider, un hombre que, como él, tenía una especial sensibilidad hacia el mundo pobre. Luciani no estaba entre los papables. Ni los cardenales ni los medios de comunicación consideraban seriamente la posibilidad de que fuera elegido papa. De las biografías que el Vaticano distribuyó entre la prensa antes de que se celebrase el cónclave, la suya era la más corta. Sin embargo, ésta era una apreciación errónea. Albino Luciani hablaba a la perfección alemán, francés, portugués, inglés, latín y, por supuesto, italiano. Además de ser muy popular entre los cardenales italianos que no pertenecían a la curia, tenía grandes amigos entre los de otros países. Los polacos Karol Wojtyla y Stefan Wyszynski habían sido invitados suyos en Venecia. De hecho, Wojtyla influyó notablemente en él respecto a su postura so bre el marxismo.
Los cardenales brasileños Aloísio Lorscheider y Paulo Evaristo Arns mantenían una relación muy cordial con Lu ciani, tanto como los cardenales León Joseph Suenens, de Bélgica, Jan Willebrands, de Holanda, Francois Marty, de Francia, Josef Hoeffner y Hermann Volk, de Alemania, Terence Cooke, de Nueva York, Timothy Manning, de Los Ángeles o Humberto Sousa Medeiros, de Bostón. Luciani, además, había viajado por medio mundo: Brasil, Portugal, Alemania, Francia, Yugoslavia, Suiza, Austria y el África subsahariana. Aparte de todo esto, era un hombre de espíritu abierto que mantenía una buena amistad tanto con judíos, anglicanos y protestantes como con otros no católicos, en especial con su gran amigo Phillip Potter, secretario del Consejo Mundial de Iglesias. Tampoco menospreciaba la teología de la liberación, e intercambiaba correspondencia y libros con el teólogo progresista Hans Küng.
Los cardenales brasileños Aloísio Lorscheider y Paulo Evaristo Arns mantenían una relación muy cordial con Lu ciani, tanto como los cardenales León Joseph Suenens, de Bélgica, Jan Willebrands, de Holanda, Francois Marty, de Francia, Josef Hoeffner y Hermann Volk, de Alemania, Terence Cooke, de Nueva York, Timothy Manning, de Los Ángeles o Humberto Sousa Medeiros, de Bostón. Luciani, además, había viajado por medio mundo: Brasil, Portugal, Alemania, Francia, Yugoslavia, Suiza, Austria y el África subsahariana. Aparte de todo esto, era un hombre de espíritu abierto que mantenía una buena amistad tanto con judíos, anglicanos y protestantes como con otros no católicos, en especial con su gran amigo Phillip Potter, secretario del Consejo Mundial de Iglesias. Tampoco menospreciaba la teología de la liberación, e intercambiaba correspondencia y libros con el teólogo progresista Hans Küng.
EL QUE ENTRA PAPA SALE CARDENAL
Como en todos los cónclaves, en éste también había favoritos. De todos ellos, el principal era el cardenal Giovanni Benelli, líder del sector más moderado de la curia, lo que le valió los ataques de varios cardenales, como Pericle Felici, administrador del patri monio de la Santa Sede, que llegó a comentar: «Su voto será para sí mismo». No sería así. El 25 de agosto de 1978 comenzó uno de los cónclaves más cortos de la historia: duró un día. Sorpresivamente, Benelli decidió renunciar a sus posibilidades de convertirse en papa y apoyar a un candidato que pusiese de acuerdo a ambas corrientes: Albino Luciani, el hombre con el que nadie contaba. Luciani subió al trono de San Pedro como Juan Pablo I (Juan por Juan XXIII y Pablo por Pablo VI). Si algunos cardenales pensaron que su elección debía entenderse como señal de un pontificado continuista, pronto se llevaron una decepción. El nuevo papa tenía el sueño de devolver a la Iglesia sus característicos rasgos de austeridad y pobreza; a las pocas horas de su designación ya comenzó a trabajar para hacer realidad esta aspi ración, que consideraba de vital importancia para el futuro de la Iglesia católica. En la noche del 27 de agosto de 1978, Juan Pablo I cenó con el cardenal Jean Villot y le confirmó a él y a los otros miembros de la curia romana en sus cargos, a los que habían tenido que renunciar tras el fallecimiento de Pablo VI. Pero en aquella cena ocurrió algo más.
El papa ordenó a Villot que iniciara de inmediato una investigación que abarcase todas las operaciones del Vaticano, especialmente las de carácter financiero. «Que no quede excluido ningún departamento, ninguna congregación, ninguna sección.» Debería hacerse de forma rápida, discreta y en profundidad. Una vez que el papa recibiese el informe, lo estudiaría y decidiría qué hacer. Le preocupaba por encima de todo el Instituto para las Obras de Religión, dirigido por Marcinkus. Y no era el único que compartía esta inquietud. Cuatro días después, el 31 de agosto, el diario de información económica II Mondo publicaba una carta abierta a Juan Pablo I titulada «Su Santidad: ¿le parece correcto?». En ella se le pedía que impusiera «orden y moralidad» en las finanzas del Vaticano, inmersas, según el rotativo, «en la especulación y las aguas insalubres». El texto se refería explícitamente a las operaciones financieras fraudulentas del Vaticano e incluía un recuadro sobre sus propiedades y fortuna.
II Mondo planteaba, entre otras, las siguientes preguntas:
¿Es correcto que el Vaticano opere en el mercado como especulador? ¿Es correcto que el Vaticano posea un banco cuyas operaciones incluyen la transferencia de capitales ilegales de Italia al extranjero? ¿Es correcto que ese banco ayude a los italianos a evadir impuestos? ¿Por qué la Iglesia tolera la inversión en compañías, nacionales e internacionales, cuyo único propósito es el beneficio; compañías que, cuando es necesario, no dudan en pisotear los derechos humanos de millones de pobres, especialmente de ese Tercer Mundo tan cercano a vuestro corazón?
Como en todos los cónclaves, en éste también había favoritos. De todos ellos, el principal era el cardenal Giovanni Benelli, líder del sector más moderado de la curia, lo que le valió los ataques de varios cardenales, como Pericle Felici, administrador del patri monio de la Santa Sede, que llegó a comentar: «Su voto será para sí mismo». No sería así. El 25 de agosto de 1978 comenzó uno de los cónclaves más cortos de la historia: duró un día. Sorpresivamente, Benelli decidió renunciar a sus posibilidades de convertirse en papa y apoyar a un candidato que pusiese de acuerdo a ambas corrientes: Albino Luciani, el hombre con el que nadie contaba. Luciani subió al trono de San Pedro como Juan Pablo I (Juan por Juan XXIII y Pablo por Pablo VI). Si algunos cardenales pensaron que su elección debía entenderse como señal de un pontificado continuista, pronto se llevaron una decepción. El nuevo papa tenía el sueño de devolver a la Iglesia sus característicos rasgos de austeridad y pobreza; a las pocas horas de su designación ya comenzó a trabajar para hacer realidad esta aspi ración, que consideraba de vital importancia para el futuro de la Iglesia católica. En la noche del 27 de agosto de 1978, Juan Pablo I cenó con el cardenal Jean Villot y le confirmó a él y a los otros miembros de la curia romana en sus cargos, a los que habían tenido que renunciar tras el fallecimiento de Pablo VI. Pero en aquella cena ocurrió algo más.
El papa ordenó a Villot que iniciara de inmediato una investigación que abarcase todas las operaciones del Vaticano, especialmente las de carácter financiero. «Que no quede excluido ningún departamento, ninguna congregación, ninguna sección.» Debería hacerse de forma rápida, discreta y en profundidad. Una vez que el papa recibiese el informe, lo estudiaría y decidiría qué hacer. Le preocupaba por encima de todo el Instituto para las Obras de Religión, dirigido por Marcinkus. Y no era el único que compartía esta inquietud. Cuatro días después, el 31 de agosto, el diario de información económica II Mondo publicaba una carta abierta a Juan Pablo I titulada «Su Santidad: ¿le parece correcto?». En ella se le pedía que impusiera «orden y moralidad» en las finanzas del Vaticano, inmersas, según el rotativo, «en la especulación y las aguas insalubres». El texto se refería explícitamente a las operaciones financieras fraudulentas del Vaticano e incluía un recuadro sobre sus propiedades y fortuna.
II Mondo planteaba, entre otras, las siguientes preguntas:
¿Es correcto que el Vaticano opere en el mercado como especulador? ¿Es correcto que el Vaticano posea un banco cuyas operaciones incluyen la transferencia de capitales ilegales de Italia al extranjero? ¿Es correcto que ese banco ayude a los italianos a evadir impuestos? ¿Por qué la Iglesia tolera la inversión en compañías, nacionales e internacionales, cuyo único propósito es el beneficio; compañías que, cuando es necesario, no dudan en pisotear los derechos humanos de millones de pobres, especialmente de ese Tercer Mundo tan cercano a vuestro corazón?
UNOS MÁS IGUALES QUE OTROS
La carta, además, atacaba con especial crudeza la figura de Marcinkus:
Es, sin duda, el único obispo que forma parte de la junta directiva de un banco legal y secular, que incidentalmente tiene una rama en uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo capitalista; nos referimos al Banco Cisalpino Transatlántico de Nassau, en las islas Bahamas. El servirse de paraísos fiscales está permitido por las leyes terrenales, y ningún banquero laico podría ser llevado ante los tribunales por obtener ventaja de esta situación, pero quizá esto no sea lícito bajo la ley de Dios, que debería regir todo acto de la Iglesia. La Iglesia predica igualdad, pero no nos parece que la mejor forma de conseguirla sea a través de la evasión de impuestos, que constituye el medio por el cual el estado laico busca promover esa misma igualdad.
Pese a las críticas no hubo reacción oficial de la Iglesia, lo cual no quiere decir que no fuese asunto de conversación intramuros del Vaticano. Entre quienes pensaban que el Instituto para las Obras de Religión y la administración del patrimonio de la Santa Sede estaban fuera de control (que eran muchos, aunque silenciosos) cundió una discreta satisfacción y un atisbo de esperanza. Los que pensaban lo contrario se alarmaron, aunque, eso sí, de forma igualmente discreta. II Mondo abrió un frente que continuó el rotativo La Stampa, que publicó un reportaje titulado «La riqueza y los poderes del Vaticano», firmado por el periodista Lamberto Fumo, que mantenía una postura mucho menos crítica con la Iglesia y calificaba de falsas algunas de las acusaciones que se habían formulado sobre sus finanzas. Aun así, el periodista criticaba la falta de transparencia de la Santa Sede:
La Iglesia no dispone de riquezas y recursos que excedan sus necesidades, pero es necesario dar prueba de ello [...1. En los sacos de dinero. Nuestro Señor escribe con su propia mano «peligro de muerte».
Una semana después de haberlo solicitado, Juan Pablo I tenía sobre la mesa de su despacho los primeros datos del informe elaborado por el cardenal Villot sobre el IOR. El banco, que según indicaba su propio nombre había sido creado para fomentar las «obras de religión», era, en la actualidad, igual que cualquier otra institución financiera laica. De sus once mil cuentas, tan sólo 1.650 guardaban alguna relación con la Iglesia. El resto pertenecía a clientes externos, entre los que destacaban Michele Sin dona, Licio Gelli, Roberto Caivi y el arzobispo Paúl Marcinkus. Por aquellas mismas fechas, y a lo largo de varias reuniones sucesivas que comenzaron el 7 de septiembre, los cardenales Be nelli y Felici pusieron al papa al corriente sobre la historia de las operaciones financieras que vinculaban al IOR con Sindona, de las relaciones de éste con el blanqueo de dinero para el narcotrá fico, de las pérdidas económicas sufridas, de cómo se evitó el es cándalo en varias ocasiones, en especial con el sórdido asunto de los bonos falsos, y le advirtieron de que en ese preciso instante se estaba fraguando otro posible escándalo: el que podría producirse si llegaran a ser descubiertos los amaños de Roberto Caivi (al parecer, el juez Emilio Alessandrini ya estaba investigando el asunto). El papa palidecía a medida que leía el informe. La inves tigación del magistrado podía terminar no sólo con el procesa miento de Caivi, sino con el del propio Marcinkus y otros fun cionarios vaticanos:
«El Papa los miró fijamente [a Benelli y Felici] y, con una voz que no le habían oído antes, les dijo que aquello no podía continuar».
Lo que el papa desconocía es que Gelli y Caivi habían pronunciado palabras muy similares cuando recibieron la misma información a través de sus propios contactos. Ambos estaban al corriente de la investigación judicial y decidieron que lo más apropiado era optar por lo que Sindona solía llamar «la solución italiana». Aprovechando que el Renault 5 naranja del juez Alessandrini se había detenido en un semáforo de la via Muratori de Roma, cinco pistoleros le acribillaron a balazos. La investigación tuvo que comenzar de nuevo, y el encargado para esta delicada tarea fue el nuevo gobernador del Banco de Italia, Cario Azeglio Ciampi, actual presidente de la República italiana.
LA IGLESIA DE LOS POBRES
Es, sin duda, el único obispo que forma parte de la junta directiva de un banco legal y secular, que incidentalmente tiene una rama en uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo capitalista; nos referimos al Banco Cisalpino Transatlántico de Nassau, en las islas Bahamas. El servirse de paraísos fiscales está permitido por las leyes terrenales, y ningún banquero laico podría ser llevado ante los tribunales por obtener ventaja de esta situación, pero quizá esto no sea lícito bajo la ley de Dios, que debería regir todo acto de la Iglesia. La Iglesia predica igualdad, pero no nos parece que la mejor forma de conseguirla sea a través de la evasión de impuestos, que constituye el medio por el cual el estado laico busca promover esa misma igualdad.
Pese a las críticas no hubo reacción oficial de la Iglesia, lo cual no quiere decir que no fuese asunto de conversación intramuros del Vaticano. Entre quienes pensaban que el Instituto para las Obras de Religión y la administración del patrimonio de la Santa Sede estaban fuera de control (que eran muchos, aunque silenciosos) cundió una discreta satisfacción y un atisbo de esperanza. Los que pensaban lo contrario se alarmaron, aunque, eso sí, de forma igualmente discreta. II Mondo abrió un frente que continuó el rotativo La Stampa, que publicó un reportaje titulado «La riqueza y los poderes del Vaticano», firmado por el periodista Lamberto Fumo, que mantenía una postura mucho menos crítica con la Iglesia y calificaba de falsas algunas de las acusaciones que se habían formulado sobre sus finanzas. Aun así, el periodista criticaba la falta de transparencia de la Santa Sede:
La Iglesia no dispone de riquezas y recursos que excedan sus necesidades, pero es necesario dar prueba de ello [...1. En los sacos de dinero. Nuestro Señor escribe con su propia mano «peligro de muerte».
Una semana después de haberlo solicitado, Juan Pablo I tenía sobre la mesa de su despacho los primeros datos del informe elaborado por el cardenal Villot sobre el IOR. El banco, que según indicaba su propio nombre había sido creado para fomentar las «obras de religión», era, en la actualidad, igual que cualquier otra institución financiera laica. De sus once mil cuentas, tan sólo 1.650 guardaban alguna relación con la Iglesia. El resto pertenecía a clientes externos, entre los que destacaban Michele Sin dona, Licio Gelli, Roberto Caivi y el arzobispo Paúl Marcinkus. Por aquellas mismas fechas, y a lo largo de varias reuniones sucesivas que comenzaron el 7 de septiembre, los cardenales Be nelli y Felici pusieron al papa al corriente sobre la historia de las operaciones financieras que vinculaban al IOR con Sindona, de las relaciones de éste con el blanqueo de dinero para el narcotrá fico, de las pérdidas económicas sufridas, de cómo se evitó el es cándalo en varias ocasiones, en especial con el sórdido asunto de los bonos falsos, y le advirtieron de que en ese preciso instante se estaba fraguando otro posible escándalo: el que podría producirse si llegaran a ser descubiertos los amaños de Roberto Caivi (al parecer, el juez Emilio Alessandrini ya estaba investigando el asunto). El papa palidecía a medida que leía el informe. La inves tigación del magistrado podía terminar no sólo con el procesa miento de Caivi, sino con el del propio Marcinkus y otros fun cionarios vaticanos:
«El Papa los miró fijamente [a Benelli y Felici] y, con una voz que no le habían oído antes, les dijo que aquello no podía continuar».
Lo que el papa desconocía es que Gelli y Caivi habían pronunciado palabras muy similares cuando recibieron la misma información a través de sus propios contactos. Ambos estaban al corriente de la investigación judicial y decidieron que lo más apropiado era optar por lo que Sindona solía llamar «la solución italiana». Aprovechando que el Renault 5 naranja del juez Alessandrini se había detenido en un semáforo de la via Muratori de Roma, cinco pistoleros le acribillaron a balazos. La investigación tuvo que comenzar de nuevo, y el encargado para esta delicada tarea fue el nuevo gobernador del Banco de Italia, Cario Azeglio Ciampi, actual presidente de la República italiana.
LA IGLESIA DE LOS POBRES
Mucho antes de su elección como pontífice —desde el altercado con Marcinkus en 1972 como consecuencia de la venta de la Banca Católica del Véneto—, Luciani había transmitido al cardenal Villot numerosas quejas sobre las finanzas del Vaticano, la forma en que Marcinkus dirigía el IOR, la implicación de un ma fioso como Michele Sindona en las finanzas de la Iglesia, cómo la influencia de éste se extendía a la administración del patrimonio de la Santa Sede, etc. Muchos lamentos, pero ningún resultado. Sin embargo, ahora tenía en sus manos el poder para cambiar las cosas. Quería una revolución que sirviera para devolver a la Iglesia a sus orígenes y a congraciarla de nuevo con las enseñanzas de Jesucristo. Dado que el nuevo papa se distinguía por ser un hombre que predicaba con el ejemplo, es muy significativo uno de sus escritos:
Estamos de acuerdo en que la prudencia debe ser dinámica y ex hortar a las personas a la acción. Pero hay tres fases que deben ser consideradas: deliberación, decisión y ejecución. Deliberación implica procurarnos los medios que nos llevarán al fin. Se basa en la reflexión, la petición de consejo, el análisis cuidadoso. Decisión significa, tras el análisis de los diversos métodos posibles, la elección de uno de ellos... [...] Se dice que la política es el arte de lo posible, y de alguna forma es cierto. La ejecución es la más importante de las tres fases: la prudencia, unida a la fuerza, evita el desánimo ante las dificultades y los obstáculos. Es el momento en el que un hombre demuestra ser líder y guía.
Tras leer esto nadie podrá dudar de que Juan Pablo I sabía cómo llevar a buen término sus planes. El 28 de agosto ya había llamado mucho la atención su negativa a recibir la tiara cargada de joyas. El papa nunca más sería monarca coronado, sino pastor de su rebaño, como el propio Jesucristo hubiera deseado. Acto seguido, Juan Pablo I se dirigió al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede: «No tenemos bienes materiales que intercambiar ni intereses que discutir. Nuestras posibilidades para intervenir en los asuntos del mundo son específicas y limitadas, y tienen un carácter especial». Fueron muchos los que vieron en esta declaración de intenciones el fin del Banco Vaticano. En los mercados de valores más importantes del mundo había auténtica expectación respecto a las decisiones que estaba a punto de tomar el nuevo papa. Lo único que quedaba por confirmar era hasta dónde iba a llegar Juan Pablo I en su reforma, algo que, para los especuladores que operaban cercanos a los intereses del Vaticano, podría significar la diferencia entre obtener nuevas ganancias o enfrentarse a la ruina.
Además, había una importante cuestión pendiente. Si el papa quería una Iglesia pobre, ¿qué pensaba hacer con las riquezas del Vaticano? Uno de los más preocupados parecía ser el cardenal Villot, de carácter sumamente conservador y al que las nuevas ideas de Juan Pablo I inquietaban profundamente. Las diferencias entre ambos hombres eran cada vez mayores y el papa sentía cada vez más la desaprobación de aquel al que había confirmado en su puesto como secretario de Estado.
Estamos de acuerdo en que la prudencia debe ser dinámica y ex hortar a las personas a la acción. Pero hay tres fases que deben ser consideradas: deliberación, decisión y ejecución. Deliberación implica procurarnos los medios que nos llevarán al fin. Se basa en la reflexión, la petición de consejo, el análisis cuidadoso. Decisión significa, tras el análisis de los diversos métodos posibles, la elección de uno de ellos... [...] Se dice que la política es el arte de lo posible, y de alguna forma es cierto. La ejecución es la más importante de las tres fases: la prudencia, unida a la fuerza, evita el desánimo ante las dificultades y los obstáculos. Es el momento en el que un hombre demuestra ser líder y guía.
Tras leer esto nadie podrá dudar de que Juan Pablo I sabía cómo llevar a buen término sus planes. El 28 de agosto ya había llamado mucho la atención su negativa a recibir la tiara cargada de joyas. El papa nunca más sería monarca coronado, sino pastor de su rebaño, como el propio Jesucristo hubiera deseado. Acto seguido, Juan Pablo I se dirigió al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede: «No tenemos bienes materiales que intercambiar ni intereses que discutir. Nuestras posibilidades para intervenir en los asuntos del mundo son específicas y limitadas, y tienen un carácter especial». Fueron muchos los que vieron en esta declaración de intenciones el fin del Banco Vaticano. En los mercados de valores más importantes del mundo había auténtica expectación respecto a las decisiones que estaba a punto de tomar el nuevo papa. Lo único que quedaba por confirmar era hasta dónde iba a llegar Juan Pablo I en su reforma, algo que, para los especuladores que operaban cercanos a los intereses del Vaticano, podría significar la diferencia entre obtener nuevas ganancias o enfrentarse a la ruina.
Además, había una importante cuestión pendiente. Si el papa quería una Iglesia pobre, ¿qué pensaba hacer con las riquezas del Vaticano? Uno de los más preocupados parecía ser el cardenal Villot, de carácter sumamente conservador y al que las nuevas ideas de Juan Pablo I inquietaban profundamente. Las diferencias entre ambos hombres eran cada vez mayores y el papa sentía cada vez más la desaprobación de aquel al que había confirmado en su puesto como secretario de Estado.
EL REGRESO DE LA LISTA DE LOS MASONES
En los primeros días de septiembre de 1978 comenzaron a hacerse públicas las primeras medidas del nuevo pontífice, entre las que destacaba su intención de variar drásticamente las relaciones del Vaticano con el mundo del gran capital. Aparte de esto, Juan Pablo I ya había dado los primeros pasos hacia una revisión de la postura oficial de la Iglesia respecto al control de la natalidad, algo que levantó ampollas en amplios sectores de la Iglesia, y, en especial, en el cardenal Villot, contrario a los métodos anticonceptivos. El 5 de septiembre, Juan Pablo I recibió en audiencia al cardenal africano Bernardin Gantin, a quien pondría al frente de Cor Unum, una organización de la Iglesia de ayuda internacional, que hasta ese momento dependía del cardenal Villot. Juan Pablo I no tenía dudas, la Iglesia había de dedicar una parte importante de sus recursos financieros a apoyar planes serios de desarrollo en el Tercer Mundo. Ese mismo día ocurrió un suceso que, para los más suspicaces, debió haber puesto en guardia al papa sobre su seguridad personal.
Recibía a una de las mayores autoridades de la Iglesia ortodoxa, el metropolita Nicodemo de Leningrado. Ambos hombres se sentaron a tomar café, pero nada más dar el primer sorbo, Nicodemo se precipitó al suelo y murió casi instantáneamente. El dictamen oficial fue infarto, aunque era un hombre relativamente joven, 49 años, y según todos los indicios tenía un buen estado de salud. Con todo, aquél era un problema menor para Juan Pablo I. El 12 de septiembre la agencia de noticias UOsservatore Político divulgó un artículo titulado «La gran Logia del Vaticano», en el que se reproducía, con algunos añadidos, la famosa lista de presuntos masones del entorno de la Santa Sede —cardenales, obispos y otros altos dignatarios de la Iglesia— que ya hemos reproducido anteriormente. Esta agencia de noticias, dirigida por el periodista Carmine Pecorelli, el mismo que acabó con un disparo en la boca tras delatar a sus hermanos masones de P2, se caracterizaba por la publicación de informaciones escandalosas cuya veracidad siempre era contrastada.
Recibía a una de las mayores autoridades de la Iglesia ortodoxa, el metropolita Nicodemo de Leningrado. Ambos hombres se sentaron a tomar café, pero nada más dar el primer sorbo, Nicodemo se precipitó al suelo y murió casi instantáneamente. El dictamen oficial fue infarto, aunque era un hombre relativamente joven, 49 años, y según todos los indicios tenía un buen estado de salud. Con todo, aquél era un problema menor para Juan Pablo I. El 12 de septiembre la agencia de noticias UOsservatore Político divulgó un artículo titulado «La gran Logia del Vaticano», en el que se reproducía, con algunos añadidos, la famosa lista de presuntos masones del entorno de la Santa Sede —cardenales, obispos y otros altos dignatarios de la Iglesia— que ya hemos reproducido anteriormente. Esta agencia de noticias, dirigida por el periodista Carmine Pecorelli, el mismo que acabó con un disparo en la boca tras delatar a sus hermanos masones de P2, se caracterizaba por la publicación de informaciones escandalosas cuya veracidad siempre era contrastada.
UN SECRETO A VOCES
Al parecer, el papa se encontraba literalmente rodeado de masones, entre ellos el secretario de Estado, cardenal Jean Villot, el ministro de Asuntos Exteriores, monseñor Agostino Casaroli, el cardenal Sebastiano Baggio, el cardenal Ugo Poletti, vicario de Roma, el arzobispo Paúl Marcinkus y monseñor Donato de Bonis, otro alto cargo del Banco Vaticano.8
Juan Pablo I no acababa de creérselo. Para él era inconcebible que un sacerdote perteneciese a la masonería. Aunque sabía que entre los católicos laicos no era infrecuente —también había comunistas—, tratándose de miembros del clero la situación era muy diferente. Al menos podía contar con que las personas en las que más confiaba en el Vaticano, el cardenal Benelli y el cardenal Felici, no figuraban en la relación de supuestos masones. Así que decidió llamar a este último para tomar café y discutir la situación. Juan Pablo I disfrutaba de la compañía de Felici, un hombre de pensamiento conservador pero inteligente, sofisticado y espiritual. Para su sorpresa, el cardenal le comentó que conocía la existencia de la lista. Había circulado por la Santa Sede al menos desde 1976, y constituía un secreto a voces. El hecho de que volviera a salir ahora a la luz pública era un claro mensaje al nuevo pontífice para que mediase en el asunto. Lo que estaban requiriéndole era una investigación y una purga de buena parte de la curia y varios de los papables.
—¿Quieres decir que listas como esta existen desde hace más de dos años? —Eso mismo, Santidad. —¿Y la prensa las conoce? —Las conoce. Nunca ha llegado a publicarse una lista completa, pero sí un nombre aquí, otro allá... —¿Y cuál ha sido la reacción del Vaticano? —La normal... o sea, ninguna.
El Papa se rió ante la observación.
—¿La lista es auténtica? —preguntó sin rodeos Juan Pablo I. Felici se encogió de hombros. —Esas listas parecen proceder de los allegados a Lefebvre... no fueron elaboradas por nuestro hermano rebelde francés, más bien las utiliza.9
(Cuando se habló de los problemas por los que atravesó Pablo VI durante la última etapa de su pontificado, habría que haber precisado que el que más amargura le causó fue el concerniente al obispo Marcel Lefebvre. Él era la máxima expresión del integrismo católico, alguien que consideraba que el II Concilio Vaticano había sido un acto herético, y, en consecuencia, actuaba como si nunca se hubiera celebrado. Día a día, desafiaba la autoridad del Vaticano celebrando en su diócesis misas en latín y de espaldas a los feligreses. La condena pública de Pablo VI no le hizo la menor mella. En cuanto al nuevo papa, sus seguidores ni siquiera le reconocían por el hecho de haber sido elegido por un cónclave del que se había excluido a los cardenales mayores de ochenta años.)
Juan Pablo I no acababa de creérselo. Para él era inconcebible que un sacerdote perteneciese a la masonería. Aunque sabía que entre los católicos laicos no era infrecuente —también había comunistas—, tratándose de miembros del clero la situación era muy diferente. Al menos podía contar con que las personas en las que más confiaba en el Vaticano, el cardenal Benelli y el cardenal Felici, no figuraban en la relación de supuestos masones. Así que decidió llamar a este último para tomar café y discutir la situación. Juan Pablo I disfrutaba de la compañía de Felici, un hombre de pensamiento conservador pero inteligente, sofisticado y espiritual. Para su sorpresa, el cardenal le comentó que conocía la existencia de la lista. Había circulado por la Santa Sede al menos desde 1976, y constituía un secreto a voces. El hecho de que volviera a salir ahora a la luz pública era un claro mensaje al nuevo pontífice para que mediase en el asunto. Lo que estaban requiriéndole era una investigación y una purga de buena parte de la curia y varios de los papables.
—¿Quieres decir que listas como esta existen desde hace más de dos años? —Eso mismo, Santidad. —¿Y la prensa las conoce? —Las conoce. Nunca ha llegado a publicarse una lista completa, pero sí un nombre aquí, otro allá... —¿Y cuál ha sido la reacción del Vaticano? —La normal... o sea, ninguna.
El Papa se rió ante la observación.
—¿La lista es auténtica? —preguntó sin rodeos Juan Pablo I. Felici se encogió de hombros. —Esas listas parecen proceder de los allegados a Lefebvre... no fueron elaboradas por nuestro hermano rebelde francés, más bien las utiliza.9
(Cuando se habló de los problemas por los que atravesó Pablo VI durante la última etapa de su pontificado, habría que haber precisado que el que más amargura le causó fue el concerniente al obispo Marcel Lefebvre. Él era la máxima expresión del integrismo católico, alguien que consideraba que el II Concilio Vaticano había sido un acto herético, y, en consecuencia, actuaba como si nunca se hubiera celebrado. Día a día, desafiaba la autoridad del Vaticano celebrando en su diócesis misas en latín y de espaldas a los feligreses. La condena pública de Pablo VI no le hizo la menor mella. En cuanto al nuevo papa, sus seguidores ni siquiera le reconocían por el hecho de haber sido elegido por un cónclave del que se había excluido a los cardenales mayores de ochenta años.)
La investigación siguió su curso, realizándose discretamente y con la colaboración de las autoridades italianas, que encontraron testigos que apoyaron la presunta pertenencia del secretario de Estado Villot y su asistente, el cardenal Baggio, a la masonería. Ahora estaba claro el motivo de la insistencia del cardenal Villot en la necesidad de una «modernización» de la postura que mantenía la Iglesia respecto a la masonería. Esto mismo podía decirse de la práctica totalidad de los nombres que figuraban en la lista. El 13 de septiembre, el papa llamó a Roma a uno de sus hombres de confianza. Germano Pattaro, para que aceptase ser su consejero. Según las propias palabras de Pattaro, el papa estaba viviendo «un mes de infierno», un vía crucis: «Comienzo a entender ahora cosas que no había comprendido antes. Aquí cada uno habla mal del otro. Si pudieran, hablarían mal hasta de Jesucristo». La curia, indecisa y dividida, acosaba al papa constantemente y la relación con Marcinkus y Villot era cada vez más tensa. La antipatía de Marcinkus queda patente en unas declaraciones que realizó tras el fallecimiento del pontífice: Ese pobre hombre, el papa Juan Pablo I, llega de Venecia, una diócesis pequeña, de gente mayor, donde no hay más que 90.000 personas en la ciudad y los sacerdotes son viejos. De repente lo me ten en un sitio como éste, sin saber siquiera dónde está cada despacho. No tiene ni idea de a qué se dedica la secretaría de Estado [...]. La suya era una sonrisa muy nerviosa [...]. Además, hay que tener en cuenta que no era una persona de mucha salud... No hay más que coger el periódico todos los días y ver cómo hay mucha gente joven que consigue un buen puesto de trabajo y al poco tiempo se muere. Y no por eso va uno a pensar que los mataron.
El propio Marcinkus era consciente de que sus días al frente del IOR acabarían pronto: «No me queda mucho», le comentó a un amigo. A partir del 20 de septiembre ya se rumoreaba en Roma que el papa se disponía a expulsar a algunos de los hombres más representativos de la Santa Sede. El número de cigarrillos fumados por el cardenal Villot, fumador empedernido, puede servirnos de barómetro para medir su agitación nerviosa.
Desde la coronación de Juan Pablo I, las dos cajetillas diarias de Galois que fumaba el cardenal habían subido a tres, y algunos días llegaban incluso a cuatro. Se sentía traicionado por la Santa Sede. Él y no otro se había mantenido firme al frente del Vaticano durante los agónicos últimos años de Pablo VI, cuando se le empezaba a llamar el «Papa Hamiet». El y no otro había mantenido la Iglesia en funcionamiento mientras Pablo VI vagaba por los pasillos del palacio de Letrán. La prensa francesa le llamaba el «De Gaulle de Dios».12
El propio Marcinkus era consciente de que sus días al frente del IOR acabarían pronto: «No me queda mucho», le comentó a un amigo. A partir del 20 de septiembre ya se rumoreaba en Roma que el papa se disponía a expulsar a algunos de los hombres más representativos de la Santa Sede. El número de cigarrillos fumados por el cardenal Villot, fumador empedernido, puede servirnos de barómetro para medir su agitación nerviosa.
Desde la coronación de Juan Pablo I, las dos cajetillas diarias de Galois que fumaba el cardenal habían subido a tres, y algunos días llegaban incluso a cuatro. Se sentía traicionado por la Santa Sede. Él y no otro se había mantenido firme al frente del Vaticano durante los agónicos últimos años de Pablo VI, cuando se le empezaba a llamar el «Papa Hamiet». El y no otro había mantenido la Iglesia en funcionamiento mientras Pablo VI vagaba por los pasillos del palacio de Letrán. La prensa francesa le llamaba el «De Gaulle de Dios».12
SOLO ANTE EL PELIGRO
Uno de los hombres más preocupados era Roberto Calvi, cuyos negocios con Marcinkus y el Banco Vaticano podrían llevarle a la cárcel de por vida. Las noticias que recibía de sus informadores en el Vaticano no podían ser más inquietantes. El banquero milanos estaba convencido de que el papa quería vengarse por la compra de la Banca Católica del Véneto. Si no, ¿para qué tanta investigación en el Instituto para las Obras de Religión?
Si era la ira lo que motivaba la forma de actuar de Juan Pablo I, tal vez se le pudiera calmar de alguna forma (ofreciéndole, por ejemplo, una generosa donación para obras de caridad). Pero según iba recibiendo informes, Calvi se daba cuenta de que tenía ante sí a una persona con la que no estaba acostumbrado a tratar: Juan Pablo I era incorruptible, insobornable y, en definitiva, honrado. Calvi se jugaba mucho. Se había apropiado ilegalmente de más de 400 millones de dólares mediante la evasión fiscal y la creación de varias sociedades fantasma. Era demasiado lo que dependía de que el ahora investigado Marcinkus siguiera en su puesto. La única y remota posibilidad de que todo continuase como hasta ese momento era que el papa muriese antes de destituir a los hombres de confianza del anterior pontífice y pusiese en su lugar a alguien menos partidario de reformar las finanzas vaticanas. Un mes después de ser elegido papa, Juan Pablo I había conseguido llevar el temor y la incertidumbre al corazón de los principales responsables de la corrupción vaticana. El 23 de septiembre, Juan Pablo I tomó posesión como obispo de Roma. Su homilía no contribuyó a tranquilizar las posibles conciencias culpables que hubiera en la Santa Sede, sobre todo porque en un momento del discurso se volvió hacia Marcinkus y dijo: Aunque durante más de veinte años he sido obispo de Vittorio Véneto y Venecia, reconozco que no he aprendido el oficio demasiado bien. En Roma, me adscribiré a la escuela de san Gregorio el Grande, que escribió que un pastor debe, con compasión, estar cercano a cada uno de los que le han sido encomendados; independientemente de su puesto se debe considerar al mismo nivel que el rebaño, pero no debe temer ejercer los derechos de su autoridad contra los inicuos.
Dado que la mayoría de los presentes no tenían la menor idea de las turbias corrientes que recorrían el subsuelo del Vaticano, se limitaron a asentir ante tan sabias palabras. Para los iniciados, aquel mensaje era una suave y discreta declaración de guerra. El final de la corrupción estaba próximo. Para entonces, los rumores de la existencia del informe solicitado al cardenal Villot por el papa ya habían llegado al prestigioso semanario estadounidense Newsweek, que daba por segura la destitución de Marcinkus. En la Ciudad del Vaticano, se barajaban decenas de nombres que, tras Marcinkus y Villot, abandonarían la Santa Sede.
Si era la ira lo que motivaba la forma de actuar de Juan Pablo I, tal vez se le pudiera calmar de alguna forma (ofreciéndole, por ejemplo, una generosa donación para obras de caridad). Pero según iba recibiendo informes, Calvi se daba cuenta de que tenía ante sí a una persona con la que no estaba acostumbrado a tratar: Juan Pablo I era incorruptible, insobornable y, en definitiva, honrado. Calvi se jugaba mucho. Se había apropiado ilegalmente de más de 400 millones de dólares mediante la evasión fiscal y la creación de varias sociedades fantasma. Era demasiado lo que dependía de que el ahora investigado Marcinkus siguiera en su puesto. La única y remota posibilidad de que todo continuase como hasta ese momento era que el papa muriese antes de destituir a los hombres de confianza del anterior pontífice y pusiese en su lugar a alguien menos partidario de reformar las finanzas vaticanas. Un mes después de ser elegido papa, Juan Pablo I había conseguido llevar el temor y la incertidumbre al corazón de los principales responsables de la corrupción vaticana. El 23 de septiembre, Juan Pablo I tomó posesión como obispo de Roma. Su homilía no contribuyó a tranquilizar las posibles conciencias culpables que hubiera en la Santa Sede, sobre todo porque en un momento del discurso se volvió hacia Marcinkus y dijo: Aunque durante más de veinte años he sido obispo de Vittorio Véneto y Venecia, reconozco que no he aprendido el oficio demasiado bien. En Roma, me adscribiré a la escuela de san Gregorio el Grande, que escribió que un pastor debe, con compasión, estar cercano a cada uno de los que le han sido encomendados; independientemente de su puesto se debe considerar al mismo nivel que el rebaño, pero no debe temer ejercer los derechos de su autoridad contra los inicuos.
Dado que la mayoría de los presentes no tenían la menor idea de las turbias corrientes que recorrían el subsuelo del Vaticano, se limitaron a asentir ante tan sabias palabras. Para los iniciados, aquel mensaje era una suave y discreta declaración de guerra. El final de la corrupción estaba próximo. Para entonces, los rumores de la existencia del informe solicitado al cardenal Villot por el papa ya habían llegado al prestigioso semanario estadounidense Newsweek, que daba por segura la destitución de Marcinkus. En la Ciudad del Vaticano, se barajaban decenas de nombres que, tras Marcinkus y Villot, abandonarían la Santa Sede.
EL CARDENAL ARROGANTE
También había que solucionar el asunto del Banco Ambrosiano, desvincularse de Caivi y sus negocios sucios a la mayor brevedad, salvar lo que se pudiera, tanto en prestigio como en dinero, y buscar un nuevo banquero para la Santa Sede. El principal can didato era Lino Marconato, director del Banco San Marco, que fue llamado a los aposentos del papa para celebrar una reunión confidencial el 25 de septiembre. Tres días más tarde, el 28 de septiembre, fue la fecha elegida para dar comienzo a la purga. El primero en ser convocado al despacho del papa fue el cardenal Baggio. A pesar de lo que dijera la doctrina, el papa no pensaba excomulgarle, ya que sólo había en su contra pruebas circunstanciales y, aun teniendo la certeza de su vinculación a la masonería, castigar a un cardenal hubiera sido un escándalo que no se podía permitir una ya muy debilitada Iglesia. Sin embargo, lo que sí tenía claro Juan Pablo I es que no quería a su lado a un hombre en el que no confiaba, así que tomó una solución salomónica. Dado que desde que fue elegido papa Venecia estaba sin patriarca, decidió ofrecerle el puesto a Baggio. Lo que sucedió a continuación no estaba en los planes del papa. Baggio se negó, y lo hizo en un tono poco apropiado para dirigirse a un pontífice. De hecho, estaba furioso. No quería cambiar Roma por una diócesis periférica donde nadie iba a contar con él. Le gustaba Roma y le gustaban los manejos políticos del Vaticano. Dentro de poco iba a presidir la conferencia de Puebla, en México, y quería capitalizar aquel protagonismo. La negativa, y sobre todo el tono de protesta de Baggio, des concertaron al papa, que consideraba la obediencia como uno de los valores fundamentales del sacerdocio. Él mismo había aceptado sin rechistar en su vida muchas decisiones de la Santa Sede que no compartía. Es más, incluso durante su actual etapa de pontificado, caracterizada por el descubrimiento de una corrupción tras otra, solía excusar a los culpables pensando que sus acciones, probablemente, tuvieran su origen en la obediencia debida. No obstante, aquel cardenal arrogante que por razones egoístas se negaba a acatar una decisión del papa era algo inconcebible. Aun así, el pontífice mantuvo la calma. Despidió a Baggio y se fue a almorzar, meditando una solución para el problema. Tras una corta siesta, el papa dio un paseo por los corredores de palacio. A las 15.30 volvió a su despacho e hizo algunas llamadas telefónicas: llamó a Padua al cardenal Felici, a Florencia al cardenal Benelli y llamó a Villot, a quien convocó a una reunión unas horas más tarde. A sus dos hombres de confianza les contó lo que había sucedido y les pidió consejo. Al secretario de Estado le comunicó el resto de sus decisiones. Al caer la tarde, refrescó un poco. El cardenal Villot se sentó a tomar el té con el papa, aunque en el ambiente se notaba una tensión que dejaba claro que aquella no iba ser una reunión de cortesía. Como siempre, Juan Pablo I se dirigió al cardenal en francés y le pidió que antes de veinticuatro horas destituyera a Marcinkus como máximo responsable de la banca vaticana. Ni siquiera deseaba que el obispo permaneciera en el Vaticano; en su tierra natal, como obispo auxiliar de Chicago, sería mucho más útil a la Iglesia. A Marcinkus le sustituiría monseñor Giovanni Angelo Abbo, secretario de la prefectura de asuntos económicos de la Santa Sede, un hombre con una sólida formación financiera y que contaba con toda la confianza del pontífice. Además, Juan pablo I anunció otros cambios en el seno del Instituto para las Obras de Religión:
Mennini, De Strobel y monseñor De Bonis serán apartados. In mediatamente. De Bonis será reemplazado por monseñor Antonetti. Discutiré cómo cubrir las otras vacantes con monseñor Abbo. Quiero que todos nuestros vínculos con el grupo del Banco Ambrosiano terminen lo más deprisa posible. En mi opinión, esto será imposible de seguir con las personas que actualmente están al cargo.
Mennini, De Strobel y monseñor De Bonis serán apartados. In mediatamente. De Bonis será reemplazado por monseñor Antonetti. Discutiré cómo cubrir las otras vacantes con monseñor Abbo. Quiero que todos nuestros vínculos con el grupo del Banco Ambrosiano terminen lo más deprisa posible. En mi opinión, esto será imposible de seguir con las personas que actualmente están al cargo.
EL CASTIGO A LOS INICUOS
Villot tomó nota en silencio de estas disposiciones. Sabía que Marcinkus y su grupo habían especulado con las finanzas del Va ticano durante años. No era asunto suyo, él se había limitado tan sólo a mirar para otro lado. El segundo punto del orden del día era el futuro del cardenal Baggio. El papa había meditado todo el día sobre el tema y finalmente llegó a una resolución. Baggio iría donde se le dijese, no había discusión posible. El papa no tenía ninguna intención de volver a hablar con él, sería Villot quien le comunicase su nuevo destino en Venecia: Venecia no es un tranquilo mar de rosas. Precisa de un hombre con la fuerza de Baggio. Nos gustaría que usted conversase con él. Dígale que todos debemos hacer algún sacrifico en este momento. Tal vez sea bueno recordarle que yo no tengo la menor intención de volver a asumir ese puesto.Asimismo, el papa comunicó a su secretario de Estado el resto de cambios que tenía planeados, entre los que se encontraba la inmediata sustitución de todos los presuntos masones del Vaticano por hombres de su confianza. Los destituidos serían destinados a puestos de segunda fila y sus actividades estarían supervisadas por «verdaderos católicos».
El cardenal Pericle Felici sería el nuevo vicario de Roma, en sustitución del cardenal Ugo Poletti, que reemplazaría, a su vez, al cardenal Benelli como obispo de Florencia. Benelli se convertiría en el nuevo secretario de Estado, relevando al propio Villot, cuya renuncia debería ser presentada en breve para así poder regresar a su Francia natal. El cardenal pareció encajar la noticia bastante mal, aunque su protesta fue en términos más respetuosos que los de Baggio. El papa le recordó un episodio de la historia vaticana por si podía sacar alguna enseñanza de él. Pío X destituyó al cardenal Rampolla, secretario de Estado con León XIII, porque existía la sospecha de que era masón. No es que aquella historia tuviera nada que ver con él, era sólo un ejemplo histórico para demostrarle que los secretarios de Estado no tenían por qué serlo de por vida. El golpe de gracia para Villot fue la confirmación de que sería el Santo Padre quien recibiera al comité norteamericano sobre el control de población el 24 de octubre. Esta delegación del gobierno estadounidense trataba de modificar la posición de la Iglesia sobre la pildora anticonceptiva, algo a lo que el papa no pondría demasiados reparos. La reunión con Villot finalizó a las 19.30. Después, el papa se retiró a orar y tomó una cena ligera, servida por la hermana Vin cenza, su cocinera y ama de llaves desde hacía años. A las 21.30, después de cenar y haber visto las noticias de la televisión, el papa, que parecía de buen humor, se despidió de sor Vincenza y sus asistentes: «Buonanotte. A domani. Se Dio vuole» (Buenas noches. Hasta mañana. Si Dios quiere).
El cardenal Pericle Felici sería el nuevo vicario de Roma, en sustitución del cardenal Ugo Poletti, que reemplazaría, a su vez, al cardenal Benelli como obispo de Florencia. Benelli se convertiría en el nuevo secretario de Estado, relevando al propio Villot, cuya renuncia debería ser presentada en breve para así poder regresar a su Francia natal. El cardenal pareció encajar la noticia bastante mal, aunque su protesta fue en términos más respetuosos que los de Baggio. El papa le recordó un episodio de la historia vaticana por si podía sacar alguna enseñanza de él. Pío X destituyó al cardenal Rampolla, secretario de Estado con León XIII, porque existía la sospecha de que era masón. No es que aquella historia tuviera nada que ver con él, era sólo un ejemplo histórico para demostrarle que los secretarios de Estado no tenían por qué serlo de por vida. El golpe de gracia para Villot fue la confirmación de que sería el Santo Padre quien recibiera al comité norteamericano sobre el control de población el 24 de octubre. Esta delegación del gobierno estadounidense trataba de modificar la posición de la Iglesia sobre la pildora anticonceptiva, algo a lo que el papa no pondría demasiados reparos. La reunión con Villot finalizó a las 19.30. Después, el papa se retiró a orar y tomó una cena ligera, servida por la hermana Vin cenza, su cocinera y ama de llaves desde hacía años. A las 21.30, después de cenar y haber visto las noticias de la televisión, el papa, que parecía de buen humor, se despidió de sor Vincenza y sus asistentes: «Buonanotte. A domani. Se Dio vuole» (Buenas noches. Hasta mañana. Si Dios quiere).
LA MUERTE DEL PAPA
A la mañana siguiente, sor Vincenza, siguiendo la rutina habitual, llamó a la puerta del papa a las cuatro de la madrugada y dejó una bandeja con el café en la puerta. Media hora después, cuando volvió a pasar, la bandeja estaba intacta, lo cual extrañó a la reli giosa. Insistió en su llamada, pensando que el pontífice se había quedado dormido. Al no obtener respuesta decidió entrar. La escena que vio no podía ser más impactante.
La luz estaba encendida y el papa sentado en la cama, aparentemente revisando unos papeles, de hecho tenía las gafas puestas. Sin embargo, al acercarse más, la religiosa apenas pudo contener una exclamación de horror. En la cara del pontífice se dibujaba una sonrisa macabra y grotesca. Sus ojos, muy abiertos, parecían salirse de las órbitas. Como pudo, teniendo en cuenta que padecía del corazón y que estaba impresionada por lo que acababa de ver, la monja corrió en busca del padre Magee, uno de los asistentes del papa. Tras comprobar que éste estaba muerto, telefoneó al cardenal Villot, que formuló una pregunta que sorprendió un poco al joven sacerdote: «¿Sabe alguien más que el Santo Padre ha muerto?». Nadie, excepto él y sor Vincenza, lo sabía. Villot ordenó que nadie accediera a la habitación del papa. Apenas unos minutos después, apareció perfectamente afeitado, despierto e impecablemente vestido con todos los ornatos de cardenal. La Santa Sede comenzó entonces una confusa campaña de mentiras mezcladas con medias verdades sobre la muerte del papa que levantaron las primeras sospechas de asesinato. Y no era porque no hubiera enemigos suficientemente poderosos y con motivos dentro del Vaticano como para recurrir a la más terrible de las soluciones. Desde luego, un atentado contra el papa en medio de la plaza de San Pedro era impensable. La muerte tenía que producirse de forma aparentemente accidental, sin investigaciones ni complicaciones para la Iglesia. La mejor forma de plantear un hipotético atentado contra el papa era mediante un veneno que después de administrado no dejara ninguna señal externa. El autor debía ser, además, una persona familiarizada con la rutina del Vaticano. En este sentido, la actitud del cardenal Villot ha sido calificada por múltiples analistas de llamativa. Cuando llegó junto al cuerpo, al lado de la cama del papa, en la mesilla de noche, estaba el frasco con el medicamento que Juan Pablo I tomaba para sus problemas de presión arterial baja. Villot se lo guardó en la sotana y arrancó de las manos del cadáver los apuntes sobre las designaciones de las que habían conversado la tarde anterior. Vació su escritorio de papeles e incluso se llevó sus gafas y sus zapatillas. Ninguno de estos objetos ha vuelto a ser visto jamás. Una vez hecho esto, el cardenal llamó por teléfono al doctor Buzzonettí, el médico del papa, y procedió a administrar la extre maunción al cadáver. Luego, Villot impuso el voto de silencio a la hermana Vincenza, enviándola de vuelta a su convento en Venecia, e instruyó a todos para que la muerte del pontífice fuera silenciada hasta que él ordenara lo contrario. El doctor Buzzonettí llegó antes de las seis de la mañana y dictaminó que la causa de la muerte había sido una oclusión cardíaca ocurrida alrededor de las 22.30. Según el médico, el fallecimiento fue instantáneo y el pontífice no sufrió. Los enemigos del papa tuvieron su «milagro», el pontífice había muerto.
La luz estaba encendida y el papa sentado en la cama, aparentemente revisando unos papeles, de hecho tenía las gafas puestas. Sin embargo, al acercarse más, la religiosa apenas pudo contener una exclamación de horror. En la cara del pontífice se dibujaba una sonrisa macabra y grotesca. Sus ojos, muy abiertos, parecían salirse de las órbitas. Como pudo, teniendo en cuenta que padecía del corazón y que estaba impresionada por lo que acababa de ver, la monja corrió en busca del padre Magee, uno de los asistentes del papa. Tras comprobar que éste estaba muerto, telefoneó al cardenal Villot, que formuló una pregunta que sorprendió un poco al joven sacerdote: «¿Sabe alguien más que el Santo Padre ha muerto?». Nadie, excepto él y sor Vincenza, lo sabía. Villot ordenó que nadie accediera a la habitación del papa. Apenas unos minutos después, apareció perfectamente afeitado, despierto e impecablemente vestido con todos los ornatos de cardenal. La Santa Sede comenzó entonces una confusa campaña de mentiras mezcladas con medias verdades sobre la muerte del papa que levantaron las primeras sospechas de asesinato. Y no era porque no hubiera enemigos suficientemente poderosos y con motivos dentro del Vaticano como para recurrir a la más terrible de las soluciones. Desde luego, un atentado contra el papa en medio de la plaza de San Pedro era impensable. La muerte tenía que producirse de forma aparentemente accidental, sin investigaciones ni complicaciones para la Iglesia. La mejor forma de plantear un hipotético atentado contra el papa era mediante un veneno que después de administrado no dejara ninguna señal externa. El autor debía ser, además, una persona familiarizada con la rutina del Vaticano. En este sentido, la actitud del cardenal Villot ha sido calificada por múltiples analistas de llamativa. Cuando llegó junto al cuerpo, al lado de la cama del papa, en la mesilla de noche, estaba el frasco con el medicamento que Juan Pablo I tomaba para sus problemas de presión arterial baja. Villot se lo guardó en la sotana y arrancó de las manos del cadáver los apuntes sobre las designaciones de las que habían conversado la tarde anterior. Vació su escritorio de papeles e incluso se llevó sus gafas y sus zapatillas. Ninguno de estos objetos ha vuelto a ser visto jamás. Una vez hecho esto, el cardenal llamó por teléfono al doctor Buzzonettí, el médico del papa, y procedió a administrar la extre maunción al cadáver. Luego, Villot impuso el voto de silencio a la hermana Vincenza, enviándola de vuelta a su convento en Venecia, e instruyó a todos para que la muerte del pontífice fuera silenciada hasta que él ordenara lo contrario. El doctor Buzzonettí llegó antes de las seis de la mañana y dictaminó que la causa de la muerte había sido una oclusión cardíaca ocurrida alrededor de las 22.30. Según el médico, el fallecimiento fue instantáneo y el pontífice no sufrió. Los enemigos del papa tuvieron su «milagro», el pontífice había muerto.
«ALBINO LUCIANI, ¿ESTÁS MUERTO?»
Villot procedió a realizar la ancestral ceremonia de la certificación de la muerte. Sacó de su sotana un pequeño martillo de plata, y golpeando levemente la frente del cadáver preguntó tres veces: «Albino Luciani, ¿estás muerto?». Tras esto, dictaminó oficialmente la muerte del papa. Villot decidió que el difunto Juan Pablo I debía ser embalsamado de inmediato, sin dar posi bilidad a ningún tipo de autopsia.
De hecho, poco después de las seis se presentaron los embalsamadores Ernesto y Arnaldo Signo racci, a los que Villot había llamado desde su aposento nada más recibir la llamada del padre Magee. Los hermanos Signoracci comenzaron inmediatamente su trabajo, lo cual es llamativo, puesto que, como recordaremos, era tradición que los papas no fuesen embalsamados (esta costumbre había provocado algunas situaciones embarazosas y grotescas). Una consecuencia directa del embalsamamiento es que imposibilita cualquier intento de realizar la autopsia a un cadáver, sobre todo, en los casos de envenenamiento. Los hermanos Signoracci hicieron un magnífico trabajo, en especial en el rostro del pontífice, del que desapareció la horrible mueca con que fue en contrado y volvió a adquirir la serenidad que tuvo en vida. Mientras los embalsamadores trabajaban, Villot habló con el padre Magee. Para el mundo, sería él y no sor Vincenza quien habría encontrado el cadáver. Nunca se volvieron a mencionar los papeles ni ninguno de los objetos que se había llevado Villot de la habitación del pontífice. En su lugar, se dijo que el papa estaba leyendo un libro religioso. El siguiente paso de Villot fue comunicar la muerte del papa al decano del Sacro Colegio cardenalicio, al jefe del cuerpo diplomático y al comandante de la Guardia Suiza. A las 6.45 el arzobispo Marcinkus llegó a la Santa Sede, donde fue informado de la muerte del papa por un miembro de la Guardia Suiza. (Este dato es revelador porque Marcinkus no era madrugador y nunca llegaba a su despacho antes de las nueve de la mañana.) A las 7.27 Radio Vaticana informaba al mundo del fallecimiento del pontífice. Nada más conocerse la noticia, un sector de la prensa italiana comenzó a sospechar de la versión oficial. El primer hecho refutado fue el «libro religioso» que presuntamente se había encontrado en las manos del papa. Aquel volumen estaba entre las pertenencias personales del Santo Padre que aún se hallaban en Venecia. El 5 de octubre, el Vaticano tuvo que admitir que en el momento de su muerte Juan Pablo I repasaba «ciertas designaciones en la curia y el episcopado italiano». Otro asunto difícil de explicar era el embalsamamiento. La ley italiana prohibía que un cadáver fuera embalsamado antes de cumplirse las veinticuatro horas del fallecimiento. El 1 de octubre, el Corriere della Sera publicaba un reportaje titulado «¿Por qué no una autopsia?», en el que su autor, Cario Bo, reflexionaba:
La Iglesia no tiene nada que temer, por tanto, no tiene nada que perder. Más bien al contrario, tendría mucho que ganar. Saber a causa de qué murió el Papa es un hecho histórico legítimo, parte de nuestra historia viviente, y no afecta de ninguna manera el misterio espiritual de su muerte. El cuerpo que dejamos atrás cuando morimos puede ser estudiado por nuestros pobres instrumentos, no es más que un residuo. El alma está ya, o mejor, siempre estuvo, sometida a otras leyes, que no son humanas, que todavía permanecen inescrutables. No transformemos en misterio un secreto que hay que guardar por razones terrenales. Debemos reconocer el significado de nuestros secretos. No declaremos sagrado lo que no lo es.
Las sospechas se hicieron más intensas si cabe al hacerse público por parte de los médicos personales del papa que éste se encontraba en un magnífico estado de salud; sólo estaba aquejado de un ligero problema de presión sanguínea baja. Esta afirmación obligó a Villot a inventarse una historia que hizo circular entre los cardenales que reclamaban una autopsia. Según la nueva versión, el pontífice habría fallecido a causa de una sobredosis de Efortil, el medicamento que tomaba para regular su presión sanguínea.
Si se descubría esta circunstancia era probable que se corriese el bulo de que Juan Pablo I se había suicidado. Cuando esta historia tampoco pareció apaciguar a los partidarios de realizar una autopsia a Juan Pablo I, Villot recurrió al derecho canónico, diciendo que era la ley la que prohibía la autopsia de un pontífice, lo cual también era mentira; de hecho, en 1830, el cuerpo de Pío VIII fue sometido al análisis del forense. Más tarde se descubrió también que había sido sor Vincenza quien encontró el cadáver, e incluso se especuló con la presencia de vómito en el lugar de la muerte, indicador de un posible envenenamiento. El nuevo cónclave para elegir sucesor al papa comenzó el domingo 15 de octubre de 1978, y desde el principio se hizo patente que no iba a ser tan rápido ni sencillo como el último. El favorito era el cardenal Benelli, que estaba dispuesto a continuar con las reformas de su antecesor, pero a Benelli le faltaron nueve votos para alzarse como Sumo Pontífice. El vencedor resultó ser un candidato de compromiso, el cardenal Karol Wojtyla, de Polonia, en el polo opuesto de las ideas de Juan Pablo I, a pesar de haber elegido el mismo nombre. Si realmente la muerte de Juan Pablo I fue fruto del asesinato, a los conspiradores todo les había salido a pedir de boca.
De hecho, poco después de las seis se presentaron los embalsamadores Ernesto y Arnaldo Signo racci, a los que Villot había llamado desde su aposento nada más recibir la llamada del padre Magee. Los hermanos Signoracci comenzaron inmediatamente su trabajo, lo cual es llamativo, puesto que, como recordaremos, era tradición que los papas no fuesen embalsamados (esta costumbre había provocado algunas situaciones embarazosas y grotescas). Una consecuencia directa del embalsamamiento es que imposibilita cualquier intento de realizar la autopsia a un cadáver, sobre todo, en los casos de envenenamiento. Los hermanos Signoracci hicieron un magnífico trabajo, en especial en el rostro del pontífice, del que desapareció la horrible mueca con que fue en contrado y volvió a adquirir la serenidad que tuvo en vida. Mientras los embalsamadores trabajaban, Villot habló con el padre Magee. Para el mundo, sería él y no sor Vincenza quien habría encontrado el cadáver. Nunca se volvieron a mencionar los papeles ni ninguno de los objetos que se había llevado Villot de la habitación del pontífice. En su lugar, se dijo que el papa estaba leyendo un libro religioso. El siguiente paso de Villot fue comunicar la muerte del papa al decano del Sacro Colegio cardenalicio, al jefe del cuerpo diplomático y al comandante de la Guardia Suiza. A las 6.45 el arzobispo Marcinkus llegó a la Santa Sede, donde fue informado de la muerte del papa por un miembro de la Guardia Suiza. (Este dato es revelador porque Marcinkus no era madrugador y nunca llegaba a su despacho antes de las nueve de la mañana.) A las 7.27 Radio Vaticana informaba al mundo del fallecimiento del pontífice. Nada más conocerse la noticia, un sector de la prensa italiana comenzó a sospechar de la versión oficial. El primer hecho refutado fue el «libro religioso» que presuntamente se había encontrado en las manos del papa. Aquel volumen estaba entre las pertenencias personales del Santo Padre que aún se hallaban en Venecia. El 5 de octubre, el Vaticano tuvo que admitir que en el momento de su muerte Juan Pablo I repasaba «ciertas designaciones en la curia y el episcopado italiano». Otro asunto difícil de explicar era el embalsamamiento. La ley italiana prohibía que un cadáver fuera embalsamado antes de cumplirse las veinticuatro horas del fallecimiento. El 1 de octubre, el Corriere della Sera publicaba un reportaje titulado «¿Por qué no una autopsia?», en el que su autor, Cario Bo, reflexionaba:
La Iglesia no tiene nada que temer, por tanto, no tiene nada que perder. Más bien al contrario, tendría mucho que ganar. Saber a causa de qué murió el Papa es un hecho histórico legítimo, parte de nuestra historia viviente, y no afecta de ninguna manera el misterio espiritual de su muerte. El cuerpo que dejamos atrás cuando morimos puede ser estudiado por nuestros pobres instrumentos, no es más que un residuo. El alma está ya, o mejor, siempre estuvo, sometida a otras leyes, que no son humanas, que todavía permanecen inescrutables. No transformemos en misterio un secreto que hay que guardar por razones terrenales. Debemos reconocer el significado de nuestros secretos. No declaremos sagrado lo que no lo es.
Las sospechas se hicieron más intensas si cabe al hacerse público por parte de los médicos personales del papa que éste se encontraba en un magnífico estado de salud; sólo estaba aquejado de un ligero problema de presión sanguínea baja. Esta afirmación obligó a Villot a inventarse una historia que hizo circular entre los cardenales que reclamaban una autopsia. Según la nueva versión, el pontífice habría fallecido a causa de una sobredosis de Efortil, el medicamento que tomaba para regular su presión sanguínea.
Si se descubría esta circunstancia era probable que se corriese el bulo de que Juan Pablo I se había suicidado. Cuando esta historia tampoco pareció apaciguar a los partidarios de realizar una autopsia a Juan Pablo I, Villot recurrió al derecho canónico, diciendo que era la ley la que prohibía la autopsia de un pontífice, lo cual también era mentira; de hecho, en 1830, el cuerpo de Pío VIII fue sometido al análisis del forense. Más tarde se descubrió también que había sido sor Vincenza quien encontró el cadáver, e incluso se especuló con la presencia de vómito en el lugar de la muerte, indicador de un posible envenenamiento. El nuevo cónclave para elegir sucesor al papa comenzó el domingo 15 de octubre de 1978, y desde el principio se hizo patente que no iba a ser tan rápido ni sencillo como el último. El favorito era el cardenal Benelli, que estaba dispuesto a continuar con las reformas de su antecesor, pero a Benelli le faltaron nueve votos para alzarse como Sumo Pontífice. El vencedor resultó ser un candidato de compromiso, el cardenal Karol Wojtyla, de Polonia, en el polo opuesto de las ideas de Juan Pablo I, a pesar de haber elegido el mismo nombre. Si realmente la muerte de Juan Pablo I fue fruto del asesinato, a los conspiradores todo les había salido a pedir de boca.
Biografía No Autorizada del Vaticano
Capítulo 14
por Santiago Camacho
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