El calendario camina sobre los cuarenta días de espera. La fiesta mas importante de los mundos Cristiano y Judío está por celebrarse. Mientras los Cristianos esperan el domingo siguiente a la primer luna llena de la primavera boreal, para celebrar la resurrección de su Cristo; el pueblo Judío se prepara para celebrar su escape del cautiverio en manos de los egipcios del día 15 al 21 de Nisán (primer mes del calendario judío).
Protocolos deben conducirse entre los miembros de ambos grupos religiosos. Rituales de conducta, alimentación y sacrificio ofrecen el entorno apropiado para celebrar en un ambiente de misterio, cosas inexplicables que deben aceptarse con Fe. Los actos de contrición, el arrepentimiento y los rituales que afligen las almas de los miembros de ambos grupos, son necesarios para poder disfrutar del perdón y la gracia de su Dios.
Curiosamente, aunque profesan ideologías opuestas en torno a Yeshua ben Joseph, sus rituales se realizan para celebrar La Libertad y se ofrecen al dios de Israel ... al dios del pueblo hebreo... a Yahvé... a Jehová. Al mismo dios inventado por el pueblo de Israel hace 2,800 años. Al dios necesario para fortalecerse ante la amenaza del crecimiento de las potencias de Egipto y Mesopotamia. Al dios creado a imagen y semejanza del hombre de aquella época. Al dios que les enseño a temerle; que los castigaba; que les quitaba la vida con lluvias de fuego, diluvios y plagas. Al dios soberbio que debia de estar ante todas las cosas y que lo único que no demostraba era amor.
En estos cuarenta días es necesario para los Cristianos arrepentirse y confesar sus pecados para recibir la absolución por parte de "otro pecador" quien, de una forma misteriosa llamada sacramento, tiene la potestad de perdonar en el nombre de dios. Estas personas dicen que Yeshua ben Joseph les otorgó el poder de perdonar pecados y de sanar enfermos... Tristemente han perdido el poder de sanar enfermos y ahora solo pueden perdonar pecados.
Soy una gota de agua en medio del océano. No necesito de otra gota de agua para estar en contacto con el océano del cual formo parte. Soy parte de Dios y por tal, soy el mismo Dios en la forma que represento.
El Dios que Yo conozco no es egocéntrico. No castiga. No quita la vida. El Dios que Yo conozco es la manifestación del Amor, del Servicio y del Altruismo que enseño Yeshua ben Joseph. El Dios que Yo conozco no se ofende porque no es soberbio y me ha enseñado a no pedirle perdón sino a fusionarme en Él cada vez mas plenamente.
"Felices pascuas".
Rod SG
Protocolos deben conducirse entre los miembros de ambos grupos religiosos. Rituales de conducta, alimentación y sacrificio ofrecen el entorno apropiado para celebrar en un ambiente de misterio, cosas inexplicables que deben aceptarse con Fe. Los actos de contrición, el arrepentimiento y los rituales que afligen las almas de los miembros de ambos grupos, son necesarios para poder disfrutar del perdón y la gracia de su Dios.
Curiosamente, aunque profesan ideologías opuestas en torno a Yeshua ben Joseph, sus rituales se realizan para celebrar La Libertad y se ofrecen al dios de Israel ... al dios del pueblo hebreo... a Yahvé... a Jehová. Al mismo dios inventado por el pueblo de Israel hace 2,800 años. Al dios necesario para fortalecerse ante la amenaza del crecimiento de las potencias de Egipto y Mesopotamia. Al dios creado a imagen y semejanza del hombre de aquella época. Al dios que les enseño a temerle; que los castigaba; que les quitaba la vida con lluvias de fuego, diluvios y plagas. Al dios soberbio que debia de estar ante todas las cosas y que lo único que no demostraba era amor.
En estos cuarenta días es necesario para los Cristianos arrepentirse y confesar sus pecados para recibir la absolución por parte de "otro pecador" quien, de una forma misteriosa llamada sacramento, tiene la potestad de perdonar en el nombre de dios. Estas personas dicen que Yeshua ben Joseph les otorgó el poder de perdonar pecados y de sanar enfermos... Tristemente han perdido el poder de sanar enfermos y ahora solo pueden perdonar pecados.
Soy una gota de agua en medio del océano. No necesito de otra gota de agua para estar en contacto con el océano del cual formo parte. Soy parte de Dios y por tal, soy el mismo Dios en la forma que represento.
El Dios que Yo conozco no es egocéntrico. No castiga. No quita la vida. El Dios que Yo conozco es la manifestación del Amor, del Servicio y del Altruismo que enseño Yeshua ben Joseph. El Dios que Yo conozco no se ofende porque no es soberbio y me ha enseñado a no pedirle perdón sino a fusionarme en Él cada vez mas plenamente.
"Felices pascuas".
Rod SG
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