De hecho gran parte del comportamiento humano está basado en modelos de física mecánica, de modo que aún se enfatiza la ley de la causa-efecto como una forma de pensar acerca del cuerpo humano, incluso las religiones hinduistas milenarias apoyan su explicación del Karma basándose en que todos los seres vivos son responsables de sus acciones y de los efectos de éstas, equiparando la vida con un ciclo de causa-efecto.
Con la llegada de métodos médicos Chinos y metafísica India algo nuevo ha sido agregado a los modelos físicos de entendimiento, que no pueden ser explicados con las leyes de Newton y la física mecánica. Ahora se involucra el mundo subjetivo: un mundo donde todos vivimos queramos o no y que involucra lo que hoy la física cuántica llama el observador.
El observador juega el papel más importante en el proceso de ensamblar todas las cosas para crear la realidad que aceptamos: sentimientos, intuiciones, sensaciones y pensamientos.
La ciencia aún no ha logrado encontrar el observador dentro del cuerpo humano, pero a través de física cuántica es posible encontrar un puente que conecta el universo objetivo con el universo subjetivo y demostrar mediante experimentos que el observador puede cambiar la realidad del universo objetivo, por el simple hecho de observar.
El científico Alan Wolf, PhD, llamado el Dr. Quantum por sus famosos libros y sus grandes aportaciones al entendimiento de la física cuántica, explica de forma muy simple el experimento de la doble abertura (Double Slit Experiment) en la versión Quantum del largometraje What the Bleep Do We Know: Down The Rabit Hole. A través de su representación en dibujos animados, el Dr. Quantum explica como el resultado de un experimento puede variar con tan solo observarlo. (ver experimento)
Esto permite entender lo que sucede cuando nuestro observador contempla por largo tiempo algo que deseamos: la creación de nuestra realidad.
Obtener algo, cambiar algo, telepatía, viajar en el tiempo... todo es posible. Eventos paranormales o milagrosos pueden ser explicados cuando se comprende la forma en la que nuestro observador conecta el universo subjetivo con el universo objetivo, convirtiendo milagros en simples hechos que la ciencia puede explicar.
La tercera ley del movimiento formulada por Sir Isaac Newton, o la ley de causa-efecto, expone que para toda fuerza de acción existe una fuerza opuesta o de reacción, lo cual explica muchas de las cosas que experimentamos, desde el golpe de una pelota de golf, hasta el lanzamiento de una sonda al espacio... Pero según Miceal Ledwith, LPh, LD, DD, LLD, el desarrollo espiritual no puede seguir esta forma de pensar, sino que debe revertirla como lo que dice Jesús en sus enseñanzas: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán. Mc 11:24.
Cuando el deseo es contemplado por el observador, el primero es colapsado en realidad, lo cual revierte la teoría de Newton de causa-efecto a efecto-causa.
Rod SG, en un intento por alinear los pensamientos de un Físico, un Teólogo y Jesús.