Un Café por la Paz. (Testimonio)

La oportunidad que “Paz Es…” me brindó de participar en "Café por la Paz", me permitió ver un abanico de posibilidades de acción que individualmente podemos sumar a la noble causa de la Organización. Es en verdad sorprendente lo que se puede lograr cuando un pequeño grupo de personas decide compartir experiencias positivas y se reúne a simplemente dialogar con el único fin de manifestar paz. Rudolph Giulani, el restaurador de la ciudad de Nueva York, dice que el éxito para lograr reducir la inseguridad de dicha ciudad se basó en la teoría de las "Ventanas Rotas" desarrollada por los profesores Wilson y Kelling hace mas de 25 años: "La idea es que debemos poner atención a las cosas pequeñas, de lo contrario éstas se salen de control y empeoran".

Estoy convencido que todas las cosas (desde las más pequeñas hasta las mas grandes) que afectan nuestra paz y nuestra armonía, radican en lo que yo entiendo por el reino de los cielos. Radican en nuestros pensamientos. Todos nuestros anhelos, nuestros amores, nuestras pasiones y nuestros miedos, están elaborados de la misma materia prima que crea la realidad que experimentamos de forma individual y colectiva. Nacen de un pensamiento, crecen, se reproducen y mueren como tal.

La Paz, es un pensamiento o estado afín con el amor y para desarrollarse es necesario crear un entorno tal, que ofrezca las condiciones apropiadas para su desenvolvimiento. No es posible crear Paz a partir de un combate contra la delincuencia o la inseguridad. Combatir es una palabra o acción no afín a la Paz.

Entendiendo esto, podemos darnos cuenta que al vivir en un ambiente saturado de información mediática negativa, de violencia, de inseguridad, de problemas sociales, de impunidad y de desconfianza, difícilmente podemos crear en nuestra mente un pensamiento de Paz que nos lleve a la manifestación de amor necesaria, para crear un mundo en el que podamos vivir sin cerraduras, candados o llaves para protegernos de nosotros mismos.

Para crear Paz es necesario reordenar nuestros pensamientos agobiados por tanta información negativa y cambiar nuestro enfoque de combate a la "maldad", generando pensamientos afines con la belleza, el amor y la armonía. ¿Utópico? Tal vez, pero Mahatma Gandhi venció a un ejército armado con tan solo pensamientos de amor y la más loable manifestación de Paz, de modo que si es posible.

"Café por la Paz" abrió las puertas un diálogo de experiencias positivas que permitió a los participantes olvidarse de los pensamientos que diariamente nos bombardean los medios, logrando una atmósfera propicia para crear Paz. Quienes participamos salimos convencidos de que toda acción en pro de la Paz, nace de nuestros deseos, nace de nuestros pensamientos, nace de nuestra firme intención de manifestar amor.

Rod SG